La noche del domingo se llevó a cabo una nueva versión de los Premios Oscar, los cuales se vieron eclipsados una vez más por la falta de diversidad entre sus nominados.

Las grandes estrellas de Hollywood desfilaron por la alfombra roja del teatro Dolby en Los Ángeles para la noche más esperada del cine, que marca además el fin de la temporada de premios.

Ninguna mujer fue nominada a la estatuilla de dirección, y Cynthia Erivo (Harriet) fue la única no blanca nominada en las categorías de actuación, lo que generó duras críticas por un problema que algunos creían en vías de resolverse.

El año pasado, por ejemplo, los dos premios de actuación de reparto fueron para dos actores negros, Regina King y Mahershala Ali, que además es musulmán. Y el de mejor actor fue para Rami Malek, hijo de inmigrantes egipcios.

“No los llamaría #OscarSoWhite (Oscars muy blancos), sino #OscarsAsUsual (Oscars típicos)”, dijo a la agencia de noticias AFP el columnista de premios del sitio Deadline, Pete Hammond, en referencia a las etiquetas que señalan en redes sociales la falta de diversidad.

“Una película británica se lleva al final una victoria tradicional, cuatro actores blancos ganan también… es como si los Oscars ocurrieran hace 30 años”, añadió.

Este año, los críticos hicieron causa común en torno a la estadounidense Greta Gerwig, directora de Mujercitas, a quien muchos querían ver figurar en la lista de nominaciones al Óscar a mejor director.

Su ausencia, y especialmente el hecho de que las cinco nominaciones en esta categoría fueran para hombres, alimentó -otra vez- la polémica.

“Es bastante obvio, después de todo lo que ha sucedido en los últimos años, que la Academia se niega a reconocer a las mujeres en múltiples categorías”, declaró a la revista Vogue Tema Staig, directora de la asociación Women in Media. “Es indignante y afecta nuestra capacidad de contar nuestras historias y crecer en la industria”, precisó.

Los más furibundos incluso pidieron en las redes sociales boicotear la gala. Los detractores de los Óscar han mostrado estadísticas implacables: hubo que esperar hasta 2010 para que una mujer, Kathryn Bigelow, recibiera una estatuilla a mejor directora por The Hurt Locker.

Y en 92 ediciones, solo cinco mujeres en total han competido en esta categoría. Irónicamente, la última fue, precisamente, la propia Greta Gerwig, por Lady Bird en 2017.

La prueba para algunos de que la ausencia de directoras en la selección de 2020 no es el resultado de una marginación deliberada por parte de los Óscar sino simplemente una consecuencia de la fuerte competencia en una temporada marcada por películas exitosas como Joker, 1917, Érase una vez en Hollywood, El irlandés y Parásitos, que ya han ganado numerosos premios.

Mujercitas sí pasó a la categoría de mejor película, el premio más prestigioso de la noche, subrayan.

Para Sasha Stone, fundadora del sitio Awards Daily, que ha estado siguiendo los premios cinematográficos durante 20 años, “decir que Gerwig ha sido dejada de lado por favorecer a colegas masculinos de menor envergadura es claramente incorrecto, y aunque odio usar ese término, es una ‘fake news"”.

Sesgo sistemático

Más allá del caso de Greta Gerwig, nadie niega el hecho de que la Academia de los Óscar, y más ampliamente Hollywood, discriminó durante mucho tiempo a las mujeres y ahora lucha por romper con sus viejos hábitos misóginos.

“Es inquietante, pero no sorprendente, que las directoras todavía no reciban el respeto y las recompensas que reciben los directores”, dijo Melissa Silverstein, fundadora de la web Women and Hollywood y directora del festival de cine de Athena. “El problema es el sistema y la cultura”, señala.

“Por supuesto, no hay duda de que existe un sesgo sistemático vinculado al género en la industria del cine”, agrega Sasha Stone, quien apunta en particular a la rama de directores de la Academia -los únicos que votan por su categoría en los Oscar- “que siempre ha sido un club de chicos”.

“Durante décadas, sus miembros han sido los hombres nominados a los Óscar y los hombres que los ganaban”, dijo.

El avance es lento, pero las cosas han cambiado desde que la Academia decidió en 2016 ampliar el ingreso de sus nuevos miembros para responder a las críticas sobre la escasa representación de las mujeres y las minorías.

Aun hoy es 68% masculina y 84% blanca, insisten sus críticos, pero por primera vez en la historia las mujeres representaron la mitad de los nuevos miembros integrados en 2019.

Cómo respondió la Academia

Sin embargo, a pesar de las críticas, la noche de los premios la Academia dio la sorpresa. La película surcoreana Parasite hizo historia al convertirse en la primera película en un idioma diferente del inglés en ganar el Óscar a mejor película, el más importante de la noche.

La comedia negra, que aborda el tema universal de las divisiones de clase, cerró la noche con cuatro estatuillas, incluida la de mejor filme internacional y director para Bong Joon-ho.

Además Hair Love, una dulce historia de un padre afroamericano que aprende a peinar el pelo natural de su historia, en ausencia de su esposa, ganó como Mejor Corto Animado.

Por su parte, Hildur Gudnadottir también pasó a la historia al ser la primera mujer en ganar el premio a Mejor banda sonora, por su trabajo en Joker.