Advertencia de imágenes explícitas
¡Cuidado! Las imágenes de este artículo pueden herir la sensibilidad de algunas personas.

Una impactante y triste imagen de un rinoceronte negro muerto resultó ganadora en la categoría Mejor Fotografía de Naturaleza 2017, premio entregado por el Museo de Historia Natural de Londres.

En la captura se ve el cadáver del animal -al que le arrancaron sus cuernos– en la Reserva de Hluhluwe Imfolozi ubicada en Sudáfrica.

Según recoge el periódico británico The Independent, los cazadores mataron al ejemplar durante una noche con un silenciador, para luego cortar esta sensible prolongación ósea.

El fotoperiodista sudafricano Brent Stirton fue quien tomó la imagen, la que formó parte de una investigación encubierta sobre el comercio ilegal de productos derivados del rinoceronte.

Incluso, la brutalidad de los cazadores ha llevado a algunas organizaciones que protegen a estas especies a ser ellos mismos los que cortan esta zona, para así alejar a los contrabandistas. Sin embargo, esto ha sido criticado por otras ONG debido a que deja desprotegidos a los rinocerontes.

“Lo mejor del World Press Photo es que la historia obtiene una enorme exposición y es vista por gente que no necesariamente sabe que esto está ocurriendo”, escribió Stirton en su cuenta de Instagram.

Lee también: Sólo queda un macho de rinoceronte blanco del norte en todo el mundo

“El mundo natural está siendo tratado como nunca antes, y debemos aprender a vivir en equilibrio con el medio ambiente, de lo contrario se acabará”, agregó.

Por su parte, Lewis Blackwell, presidente del jurado, indicó que cuando una imagen nos shockea e impacta, tiene que haber “una buena razón”.

“La marcada sencillez nos obliga a ser testigos del brutal, trágico y estúpido desperdicio de trabajo de un cazador furtivo”, agregó.

Los rinocerontes son víctimas de una caza furtiva a gran escala. Los cazadores los matan debido a que sus cuernos están compuestos de queratina, tal como las uñas humanas.

Transformados en polvo, los cuernos son utilizados en la medicina tradicional asiática. Para alimentar este tráfico tan fructífero, más de 1.000 rinocerontes son sacrificados cada año solamente en Sudáfrica, donde se encuentra alrededor del 80% de la población mundial de este paquidermo.