Un colegio de Quilpué le habría solicitado al pediatra chileno Rodrigo Díaz evaluar a uno de los alumnos del establecimiento, y certificar si éste presentaba o no el Síndrome de Asperger, pero se llevaron una gran sorpresa.

El especialista respondió redactando un emotivo certificado en donde explicaba que Tomás no tenía autismo e invitaba al establecimiento a poner en práctica una educación inclusiva independiente de la situación de cada alumno.

“Conozco a Tomás y a sus padres hace 8 años y se mantiene en control anual conmigo. Es un niño dulce y sano en general. Ojalá hubiera más niños como él en el mundo y en nuestra sociedad tan necesitada de segregar y clasificar a los seremos humanos, incluso de discriminarlos” escribió el médico.

“Puedo, como pediatra de Tomás, asegurar que no presenta elementos de Autismo, pero si los tuviera ¿afecta algo su manejo en la sociedad si su relación con ella es normal, y más normal aún que muchos “normales” que coexisten con él o incluso que lo guiarán en la vida?…”

Sugiero dejarlo feliz y guiarlo, educarlo y quererlo. No contagia a nadie, aunque deberíamos contagiarnos todos de su forma de ser” finalizó.

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El certificado fue compartido en Facebook el domingo por su hijo Ignacio, y desde entonces la publicación se ha compartido casi 4 mil veces. “Aguante mi viejo, por más inclusión” escribió el hijo del profesional.

BioBioChile se contactó con Ignacio Díaz quien expresó su sorpresa por cómo se viralizó el emotivo certificado, y confesó que la respuesta de su padre al establecimiento fue algo totalmente espontáneo.

“Yo solo lo puse con el afán de compartir algo no sé, bonito de mi viejo en su pega y sería, nunca creí que incluso llegara a las noticias” dijo.

“Yo estudio psicología en la Universidad Adolfo Ibáñez y no sé, como que empaticé con todas esas mamás y papás que todos los días viven eso… Encuentro que es tremendamente importante que empecemos a incluir más, no sólo a los niños con asperger por ejemplo, sino que a todos” agregó.

Ignacio además contó que su padre “mas allá del cariño de la gente, que lo aprecia y agradece” lo hizo con el afán de buscar “algo más en torno a la inclusión”. Además aclaró que en ningún momento se tuvo la intención de enjuiciar al colegio, sino que fue “una crítica más global enfocada a la sociedad chilena en sí”.