Sólo faltaban días para que el Shandong Park de Rizhao, China, fuera inaugurado: 70 millones de yuanes (casi 7 mil millones de pesos) habían sido invertidos en el inmueble, que además de pulmón verde serviría de área recreacional y lugar de descanso. Pero nada de aquello se cumplió, porque un grandilocuente derrumbe de rocas dejó el parque inutilizable por lo menos durante las próximas semanas.
La pendiente norte de la montaña que acompaña al Shandong Park sufrió un desplome de rocas gigantes sobre la explanada y los espacios compartidos. Un accidente que, si se hubiese producido con el parque funcionando, habría sido catalogado de tragedia.
Lo anterior no pasó desapercibido. A pesar que no hubo víctimas en el derrumbe, las instalaciones del parque quedaron totalmente destruidas, tal como muestran las imágenes panorámicas. Ahora, la atención está puesta en las razones del derrumbe.
Los funcionarios locales fueron enfáticos en aclarar que el deslizamiento de tierra fue un fenómeno natural y no producto de errores humanos. A pesar de aquello, el medio Nanfang acusó que los funcionaron “no responden las preguntas de por qué las instalaciones del parque se encuentran tan cerca de la montaña, o si se llevaron a cabo todos los estudios y las investigaciones antes de la construcción“.
Al geólogo Dave Petley de la Unión Geofísica de Estados Unidos, la versión oficial le hace ruido: no está convencido que el colapso haya sido natural. El experto apunta a la construcción del parque, que en total demoró dos años. La inauguración estaba programada para fines de este mes.
