En una notaría de Concepción, dos jóvenes empresarios penquistas inscribieron la tabla periódica de elementos químicos a su nombre.

La idea es para exigir a las grandes empresas un tributo, para destinar fondos a la lucha contra la pobreza, señalaron.

En otras palabras, los penquistas pretenden capitalizar mediante las actividades asociadas a la tabla periódica, esencialmente la minera, según preciso Gustavo Arias, cofundador de Sidis, fundación que impulsa la iniciativa.

El gravamen que pretenden solicitar se denomina tributo a la Pobreza, lo que corresponde al 0.33% de las utilidades. Sólo en el caso de Codelco, se reunirían 25 millones de dólares para combatir la pobreza, el hambre y la falta de educación en el mundo, según apuntaron desde Sidis.

“Es la posibilidad de ayudar, pero ayudar de verdad”, dice Arias.

De este modo, los penquistas están buscando ONGs y entidades internacionales que trabajen en la materia para canalizar los recursos.

Asimismo, deberán esperar 30 días, a partir del 4 de octubre -cuando se realizó el trámite-, para saber si alguien presenta un reclamo ante la inscripción.