El cumplimiento de la mitad de la condena, la buena conducta y cursos en el penal de Lebu permitieron a Emilio Berkhoff acceder a la libertad condicional. Los tribunales descartaron que por la fuga del joven, tras ser condenado, pudiera considerarse como razón para negarle el beneficio.

Ya más de 24 horas se cumplieron desde que el estudiante de Antropología, abandonó la cárcel de Lebu, después de que la Comisión de Jueces de la Corte de Apelaciones de Concepción concediera la libertad condicional.

Según explicó la defensora penitenciaria María Cristina Melgarejo, la instancia no podía resolver otra cosa, luego de que el adherente a la causa mapuche -declarado culpable por el delito de porte ilegal de armas- cumpliera con los requisitos objetivos para acceder al beneficio.

A los 16 meses desde su detención en junio de 2016, se abonaron a la pena de 5 años de cárcel, los 544 días que Berkhoff pasó en prisión preventiva, cumpliéndose más de la mitad de la pena, no pudiendo considerarse para negarle la libertad condicional el tiempo que el condenado huyó de la justicia, según explicó el presidente del tribunal de alzada, ministro Hadolff Ascencio.

Para mantenerse en libertad y no tener que regresar a la cárcel, la defensora puntualizó que Emilio Berkhoff deberá cumplir una serie de requisitos impuestos por la ley, entre otras la firma semanal, certificar que mantiene un trabajo y quedarse en el lugar de residencia que él fije.

Gendarmería había negado a Berkhoff la salida de fin de semana, pero como explicó el presidente de la Corte penquista, en los beneficios intrapenitenciarios inciden aspectos menos objetivos y de allí que no fuera una contradicción la entrega de un beneficio mayor como es la libertad condicional.