Luego de una larga e intensa discusión, la Cámara Alta finalmente aprobó la elección popular de intendentes. Decisión que considera la creación de un Gobernador Regional, quien podrá ser elegido con el 40% de las preferencias. Sin embargo, las voces opositoras insisten en que esta nueva autoridad será “decorativa”, ya que no tiene ninguna atribución ni recursos.

El senador Alejandro Navarro considera que la oposición a este proyecto no es más que el reflejo de la nula intención por parte del Gobierno de entregar poder a las regiones, afirmando que el Ejecutivo no va a ceder mayores atribuciones.

Navarro sostuvo que prefiere un intendente electo que encabece a las marchas en vez de uno que las reprima y agregó que considera que algunos “no quieren que hayan elecciones el 2017, porque prefieren estar cuatro añitos más con intendentes designados a dedo“.

También se aprobó la creación de la figura de un delegado presidencial designado por el Gobierno. Cargo que se enfrentaría directamente a la autoridad electa de manera popular, que además se mantendría con la mayoría de las atribuciones y recursos. Por lo tanto, según quienes se muestran en contra de esta iniciativa, la nueva autoridad electa sería “decorativa”.

Uno de ellos es el senador Felipe Harboe (PPD), quien insiste en que es impresentable elegir a un intendente sin atribuciones.

Harboe señaló que se aprobó elegirlo, pero que aún no se sabe cuales serán sus funciones.

En ese contexto se preguntó la forma en que el Gobierno va a resolver el conflicto que se va a producir “entre un gobernador regional electo, con poco poder, y un delegado presidencial designado, con harto poder”.

Por el momento, el proyecto avanza y es factible que el próximo año las regiones podrían elegir a sus gobernadores regionales. Figuras que podrían manejar un porcentaje bastante menor de recursos, no podrían designar cargos y aún deberían “pasar por Santiago” para tomar las grandes decisiones.