Con dos bolsas llenas de pasas llegaron los estudiantes universitarios agrupados en la Confech hasta el Ministerio de Educación, para entregarlas de manera simbólica a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, con el objetivo de emplazarla a no olvidar sus promesas.

Compromisos relacionados con la glosa presupuestaria relacionada con la gratuidad que fue aprobada en el Congreso, cuya aprobación se logró con un acuerdo entre el Ejecutivo y la oposición, dejando este ítem a merced de cada discusión del prespuesto y no con un monto fijo.

El segundo punto reclamado por los estudiantes son las Becas Bicentenario, que podrán ser entregadas también en universidades no estatales, lo que a juicio de los universitarios favorece el lucro, según dijo Patricio Medina, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile.

A fin de contribuir a las indicaciones al proyecto de ley de reforma educacional, los universitarios pidieron al Gobierno una mesa de dialogo efectiva, con una serie de propuestas.

Similar llamado que hizo Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, quien afirmó que durante todo el proceso de cambios en materia educacional que ha llevado adelante el Gobierno, no se han generado confianzas propiciando el diálogo.

Un diálogo que incluso entre los rectores está entrabado. El rector de la Universidad de Concepción, perteneciente al denominado G9, Sergio Lavanchy, afirmó que es innegable la existencia de un quiebre entre las universidades públicas no estatales del G9 y las estatales que engloban el Cruch.

Los rectores apuntan a la reforma a la educación superior, que desde julio está en la Comision de Educación de la Cámara de Diputados.