Siempre decimos que en Chile el vino es bueno, que es de los mejores del mundo y si por alguna razón un extranjero nos pregunta algo característico del país, no nos demoramos mucho en mencionar nuestro brebaje.

Eso nos ha dado una pequeña fama internacional, sin embargo, pese a todos esos halagos, nuestro consumo interno es más bien bajo y al parecer, no tenemos claridad respecto al por qué elegimos un vino por sobre otro.

Investigación

Juan de Dios Ortúzar, profesor titular de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica, contó a BioBioChile que por más de 4 años estuvo en un proyecto llamado “Understanding wine prefers” (“Entendiendo las preferencias sobre vino”) con un enfoque multidisciplinario, apoyados por el Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos (PUC), el Centro de Aromas y Sabores (Dictuc) y el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ICSI), para entender las preferencias del bebestible.

Según comentó el docente, el estudio se concentró en alrededor de 800 consumidores asiduos, con participación de 200 personas por cada experimento realizado. En ellos, se logró determinar en qué se fijaban al comprar y si mantenían su decisión al momento de probar el producto.

Las encuestas en Chile – también se realizaron otras en China – dieron por resultado que las cepas preferidas son el Carménère y Syrah. Asimismo, se descubrió que existe una percepción positiva del producto al indicar que es más caro y/ que tiene más grados alcohólicos.

Para Ortúzar, esta última idea es un error, ya que el alcohol no condiciona la calidad ni sabor de un buen vino y que incluso, hay viñas alrededor del mundo que trabajan por disminuir sus niveles.

Sobre las opciones de cepas, el investigador cree que los consumidores prefieren el Carménère porque “es considerada como nuestra cepa ‘bandera’. Se descubrió en Chile y desde aquí la empezamos a promover. Eso parece que ha premiado en el imaginario colectivo, y curiosamente Syrah también salía bastante bien”, lo que discrepa con la creencia popular de que el Cabernet Sauvignon sería el preferido.

Cabe destacar que el estudio se hizo con un grupo de consumidores frecuentes de vino tinto, con experimentos donde se usaron elementos ficticios como etiquetas, historias, precio, marcas, colores, etc., y otros experimentos con marcas conocidas con valores entre los 3 mil y 10 mil pesos.

Diferencias entre “un” vino y “un buen” vino

El ingeniero asegura que “los vinos chilenos son tan buenos, que un reserva o un gran reserva, no tienen una gran diferencia para las personas que beben ocasionalmente. Puede que yo no tenga el paladar para darme cuenta, pero entre un vino de 20 mil pesos a otro de 4 mil, la diferencia no es tanta“, asegura, a diferencia de los vinos económicos franceses o españoles, donde la calidad sí baja considerablemente.

Por eso para Ortúzar la percepción de que mientras más caro el vino, mejor es no debería existir entre los chilenos, aunque es claro en señalar que “sí tienen más calidad, pero en término de sabores, no varía de gran manera para consumidores ocasionales”, explicó.

Te invitamos a conocer algunos de los resultados del estudio:

Estudio sobre consumo de vino en Chile by BioBioChile on Scribd