El ministro del Interior, Mario Fernández, llegó hasta la iglesia de la Gratitud Nacional para evaluar los graves daños producidos en medio de la marcha estudiantil en la región Metropolitana.

Fernández señaló que el Gobierno “condena este tipo de actos (…) Es un síntoma muy preocupante de lo que algunas personas están realizando en nuestro país”.

“Quiero expresar esta preocupación y la solidaridad del Gobierno para los dueños de casa”, continuó, aludiendo a los sacerdotes de la iglesia.

Por otra parte, expresó que estos describieron que no es la primera vez que ocurre, y le mostraron al ministro otros destrozos producidos en circunstancias distintas.

Eso sí, el titular de Interior desestimó que las marchas estudiantiles estén fuera de control. “Yo no hablaría que están fuera de control. Simplemente hay que reiterar que hay indicios preocupantes“, recalcó.

Agregó que están en curso las investigaciones correspondientes por parte de Carabineros, y que existen hallazgos preliminares para dar con los responsables de los destrozos en la iglesia.

Asimismo indicó que la Intendencia Metropolitana presentará una querella por el daño al patrimonio.

No obstante, sostuvo que pese a la gravedad de la situación, hay que diferenciar entre delincuentes y estudiantes que ejercen su legítimo derecho a manifestarse.

En consecuencia, agregó que como Gobierno en conjunto con las policías, deben perseverar en ir examinando bien la evolución que tienen las marchas para detectar las desviaciones de una manifestación pacífica y que terminan en vandalismo.

“Esto no puede ser sano en una sociedad. Ahí está el desafío nuestro. No es represor, sino que es educativo. Obviamente tratándose de delitos la justicia debe actuar”, señaló.

Por último indicó que “es imposible pensar que todo lo arreglan las leyes, reformando y reformando leyes. Es muy necesario que nos preocupemos como país de la educación, de los estímulos que reciben los jóvenes para proceder violentamente”.

Felipe Guarda | Agencia UNO
Felipe Guarda | Agencia UNO