Los padres ya no podrán elegir a qué edad van a llevar a sus hijos al colegio en Francia.

Hoy se pone en marcha la ley aprobada el 28 de julio, que obliga a matricular a los niños de tres años en las escuelas. Una medida que muchos consideran simbólica, ya que la gran mayoría de los niños comienzan sus estudios a esta edad.

En palabras del ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, “se trata de un reconocimiento a la escuela infantil, en ocasiones infravalorada”.

El 97,6% de los niños franceses ya empiezan el colegio a los tres años, por lo que la nueva ley, que implementa una escolarización obligatoria a esta edad, tan sólo afecta a 20.000 escolares. Las razones de haber impulsado este cambio son varias.

En primer lugar homogeneizar la cifra en todo el país, ya que en París el 93% de los niños están matriculados con tres años, pero en Córcega el porcentaje es de 87% y las desigualdades territoriales aumentan en los departamentos franceses de ultramar.

Otro de los motivos que han llevado al gobierno de Emmanuel Macron a modificar la ley que prevalecía desde 1959, es reducir el absentismo, ya que con esta nueva medida además de hacer obligatoria la entrada al colegio con tres años, se contarán las faltas como si fuera educación primaria. El niño o niña debe cursar 24 horas a la semana, y si no se cumplen, los padres deben justificar el porqué. Así, también se pretende valorizar y afianzar los conocimientos impartidos en los jardines infantiles.

El País
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Medida sorpresa

La nueva ley va a incitar la creación de unos 800 nuevos puestos de trabajo, entre auxiliares y profesores. Lo que se desconoce todavía es si a medio plazo aumentará el número de escuelas, ya que las bajas cifras de natalidad tampoco arrojan unas cifras suficientemente altas para que la creación de nuevos centros sea necesaria.

Esta ley no figuraba en el amplio paquete de reformas en materia de educación del gobierno de Macron. En cambio, sí aparecía en los programas electorales del socialista Benoît Hamon y en el de la Francia Insumisa de Mélenchon. La vuelta al cole ha venido cargada de novedades en las aulas francesas: reducir el número de alumnos de colegios en áreas desfavorecidas, impulsar la conversión digital en las escuelas o la puesta en marcha de una reforma de bachillerato han sido algunas de las medidas del Ministerio de Educación.

Declaraciones polémicas

A priori parece una medida poco controvertida, pero el ministro de Educación causó una fuerte polémica justo antes de que se pusiera en marcha.

Jean-Michel Blanquer quien afirmó en una entrevista de France Culture que las niñas entraban más tarde a la escuela debido al fundamentalismo islámico.

El ministro intentó explicar que debido a esta “causa social” había más niños que niñas en la escuela infantil, ya que las familias que practicaban esta variante de la religión musulmana, retrasaban la entrada al colegio de las niñas lo máximo posible.

Una afirmación que las cifras desmienten, y que fue criticada en las redes sociales. Poco después el entorno del ministro corrigió sus palabras, alegando que se refería a realidades locales, situaciones que se dan en ciertas zonas.

Las estadísticas oficiales muestran que la igualdad en la educación infantil en Francia es real: en las aulas de educación infantil hay 48,9% de niñas, pero porque nacen más niños en el país.

Agencia France Presse
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