El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que evalúa desplegar el ejército en la frontera con México, algo que describió como un “gran paso”, en momentos en que una caravana de migrantes centroamericanos avanza a través de México.

“Vamos a proteger nuestra frontera con nuestro ejército”, dijo Trump durante una reunión con los líderes de los Estados bálticos, al tiempo que cuestionó a su predecesor Barack Obama por su política fronteriza.

“El presidente Obama hizo cambios que básicamente llevaron a la ausencia de fronteras”, dijo.

Trump se enfureció con México en los últimos días por permitir que una caravana de más de 1.000 centroamericanos marche hacia la frontera con Estados Unidos, donde muchos esperan solicitar asilo.

El llamado “Viacrucis Migrante 2018” partió el 25 de marzo del sureño estado mexicano de Chiapas, fronterizo con Guatemala. El 80% de sus integrantes son hondureños, el resto guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses que huyen de la violencia y la pobreza en sus países.

Tras reportes de medios estadounidenses de derecha, Trump arremetió contra la caravana en los últimos días, enfatizando la necesidad de levantar un muro fronterizo con México, su promesa insigne para impedir la inmigración ilegal.

“Si (la caravana) llega a nuestra frontera, nuestras leyes son tan débiles y patéticas…es como si no tuviéramos frontera”, dijo el martes a periodistas.

“Necesitamos tener un muro de 1.100/1.300km a lo largo” de la frontera, dijo.

Consultado por la Agence France-Presse, el Pentágono negó estar al corriente de un despliegue militar en la frontera sur del país, pero señaló que este tipo de operación ya se había hecho en el pasado.

Más temprano este martes, Trump escribió en Twitter que la ayuda de Estados Unidos a Honduras está “en juego” si la caravana no detiene su marcha.

En su serie de tuits anti-inmigración del domingo y el lunes, Trump ya había amenazado con abandonar el TLCAN -el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, actualmente en revisión a pedido suyo- y había exigido que el Congreso estadounidense aprobara leyes migratorias más estrictas.