El rechazo del papa Francisco a un donativo millonario del gobierno argentino abrió un nuevo frente de discordia entre el Vaticano y el mandatario Mauricio Macri, justo cuando se percibían señales de acercamiento.

La red mundial Scholas Occurrentes, promovida por el Papa para la inclusión educativa y la paz, rechazó la donación. La entidad buscará “obtener este necesario aporte a través de organismos multilaterales de crédito y la ayuda de privados”, informó en una carta dirigida al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Macri había ordenado por decreto la donación de 16.666.000 millones de pesos (USD 1,1 millón) destinados a solventar gastos de la sede local de la red mundial educativa.

De paso por Roma el lunes para visitar el Programa Mundial de Alimentos (PAM), la canciller Susana Malcorra se reunió con Francisco en la residencia de Santa Marta. “No hay ninguna animosidad (del Papa) hacia el Presidente”, declaró a la prensa.

El rechazo representa una nueva distancia entre el pontífice y el mandatario de centroderecha que asumió el poder el 10 de diciembre pasado.

Relación “distante”

El Papa recibió a Macri en una audiencia a finales de febrero y la entrevista duró sólo 22 minutos, lo que fue leído como una muestra de frialdad.

El gobierno también había tomado cuenta del envío de un rosario como regalo que realizó Francisco a Milagro Sala, una líder social encarcelada en la provincia de Jujuy (norte) desde enero.

Pero en una señal de cercanía, el último Congreso Mundial de Scholas anunció que por primera vez en Argentina se jugará un partido de fútbol por la paz, el 10 de julio en La Plata, 60 km al sur.

Macri llegó a la presidencia con la promesa de lograr ‘pobreza cero’, principal foco de batalla en su campaña. Sin embargo, un estudio de la Universidad Católica reveló que en sus primeros tres meses de gobierno 1,4 millones de argentinos más cayeron en la pobreza que alcanza a 34% de la población de 40 millones de personas.