El 31 de agosto de 1997 el mundo contuvo la respiración por un segundo al enterarse de la trágica muerte de Diana de Gales, la princesa del pueblo. La ex esposa del príncipe Carlos falleció a los 36 años en un accidente automovilístico que hasta el día de hoy sigue despertando suspicacias.
Han pasado 19 años desde ese momento, sin embargo, su recuerdo sigue presente en la memoria de cientos de personas en todo el mundo, especialmente en la de sus hijos Harry y William.
Los príncipes tenian 12 y 15 años cuando perdieron su madre, por lo que tuvieron aprender a retomar su vida sin ella. Recientemente, William emocionó a todos a su alrededor al hablar con un niño que también había perdido a su mamá.
Según consigna la revista Vanidades, en una visita al centro médico para enfermos terminales Keech Cottage en Luton, el futuro rey conversó con Ben Hines de 14 años, a quien aconsejó que la mejor forma de poder sobrellevar la pena es expresando su sentimientos.
“Sé cómo te sientes. Echo de menos a mi madre todos los días y hace ya 19 años que murió. Es normal estar triste. Como son cuatro hermanos tienen que aprender a comunicarse mejor. Este es un claro ejemplo de que necesitan muchas horas de conversación”, dijo William.
“El tiempo hace que todo se vuelva más sencillo. Lo importante es que se animen a hablar de sus sentimientos como familia. Pero es normal sentirse así, es lógico que la eches de menos”, agregó. “Prométanme que hablarán entre ustedes”, finalizó.
El consejo del duque de Cambridge llega meses después que su propio hermano, Harry, reconociera su mayor arrepentimiento tras la muerte de Diana.
Durante un evento para crear consciencia sobre los problemas mentales realizado en el Palacio de Kensington, el joven de 31 años señaló que estaba realmente arrepentido de nunca haber hablado de la muerte de Lady Di ni de cómo esto le afectó.
La confesión se dio cuando el futbolista Rio Ferdinand, cuya esposa falleció el año pasado por el cáncer, le preguntó al príncipe sobre cómo esta perdida podría afectar la vida de sus hijos.
“Está bien sufrir, mientras se hable de eso. No es una debilidad. Debilidad es tener un problema y no reconocerlo y solucionarlo“, dijo Harry frente a BBC. “La gente piensa que si tienes trabajo, seguridad financiera, una casa, familia y ese tipo de cosas, es todo lo que necesitas y que puedes enfrentar cualquier situación”, agregó. “Pero sabes, realmente me arrepiento de no haber hablado“, reconoció.
