El Banco Central acordó mantener la tasa de interés de la política monetaria en 2,5%, lo que implicó que no se modificará la intensidad del pulso monetario.

La decisión fue tomada de forma unánime por los miembros del consejo de la institución en la Reunión de Política Monetaria.

Entre las situaciones que valoró la entidad para tomar su decisión, se encontró el positivo panorama para la economía chilena, que se ajustó a mayores perspectiva de crecimiento mundial.

En Estados Unidos se ha sumado el impulso a la demanda asociado a la reforma tributaria aprobada por el Congreso, además de lasexpectativas al alza para la tasa de interés de los Fondos Federales.

En tanto, la entidad consideró la inflación, que se ha mantenido acotada en gran parte del mundo desarrollado, aunque destaca que en algunos países se han ido revisando al alza las proyecciones para el 2018.

En los mercados financieros globales destacó el aumento de la volatilidad y la corrección abrupta en los precios de los activos riesgosos que ocurrió a comienzos de febrero.

El Banco Central explicó que “la decisión del Consejo consideró que tanto los últimos datos como el análisis contenido en el IPoM de marzo apuntan a que se han atenuado los riesgos para la convergencia de la inflación a 3% en el horizonte de política, principalmente por las implicancias que el mejor panorama de actividad tiene sobre el proceso de cierre de las holguras de capacidad”.

A lo anterior agregó que “no obstante, la evolución del tipo de cambio hará que en los próximos meses la inflación sea menor a lo previsto en diciembre, situación que el Consejo seguirá monitoreando con especial cuidado, dado sus potenciales implicancias negativas sobre la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política. Asimismo, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.