La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) sancionó al proyecto minero Pascua-Lama con la clausura definitiva del rajo abierto y una sanción de $7 mil millones, por las faltas e incumplimientos, que provocaron graves perjuicios al ecosistema.

Según explicaron desde la institución, el procedimiento sancionatorio comprendió 33 cargos, seis de ellos por infracciones gravísimas, 14 por infracciones graves y nueve por infracciones leves.

De ellos, cuatro cargos fueron absueltos debido a que no pudo determinarse su configuración con los antecedentes disponibles.

Respecto a los castigos sí aplicados, se trató de cinco incumplimientos, dos de los cuales provocaron daño ambiental irreparable, los que determinaron la sanción de clausura total y definitiva, además de diversas multas a 24 infracciones por $6.973 millones.

Cristian Franz, superintendente del Medio Ambiente, sostuvo que “dada la naturaleza y envergadura de las infracciones cometidas por la empresa, y luego de un proceso altamente complejo, tanto desde el punto de vista técnico como jurídico, y en el cual se garantizó en todo momento los derechos de todas las partes intervinientes, se ha llegado a la convicción de que la clausura total y definitiva más la imposición de una multa en dinero, es la sanción más adecuada y proporcional en este caso”.

Por su parte, el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, ratificó lo dicho por Franz, y agregó que “es importante tener en cuenta que todos los proyectos de inversión que se realicen en el país, tienen que cumplir irrestrictamente la normativa ambiental vigente y los que no lo hacen van a ser sancionados en proporción al daño que han causado”.

Desde Barrick en tanto, anunciaron que estudiarán “en profundidad” la sanción emanada desde la SMA, pero precisaron que esta se refirió a “eventos del pasado” y que se enmarcó “en el proceso de recalificación ordenado por el Tribunal Ambiental”.

A ello agregaron que Pascua-Lama se encuentran en “suspensión temporal parcial llevando adelante una administración responsable del proyecto“, y “estudiando una opción subterránea para disminuir sus impactos ambientales y sociales”.

En esta línea, René Muga, director ejecutivo de Barrick Chile, precisó que “la compañía ha hecho un cambio profundo en su enfoque, aprendiendo de su historia, tomando decisiones y acciones concretas así como también realizado inversiones relevantes como parte de su compromiso de cumplir sus obligaciones regulatorias y llevar adelante una administración responsable de este proyecto”.