Una multa de 7.500 dólares (cerca de 5 millones de pesos) deberá pagar la Asociación Nacional de Fútbol Profesional a la organización de la Copa América Centenario.

¿La razón? Un par de atrasos durante la participación de La Roja en la sede de Boston, ciudad donde el combinado nacional se enfrentó a su similar de Bolivia.

Sin embargo, en el ente rector del balompié chileno no dan crédito a la falta, como lo reconoció a Bío Bío Deportes Hugo Muñoz, miembro del directorio, y piensa que existen otras motivaciones en el castigo.

“El jefe de la sede es chileno, Michael Boys. Este señor formuló una denuncia contra nuestro jefe del departamento de selecciones, Felipe Correa. Una serie de acusaciones en cuanto a su trabajo profesional, en cuanto a la representación de la federación chilena”, explicó Muñoz.

En la misma línea, el directivo detalló que “hicimos nuestros descargos. Se denuncia un atraso de un minuto y medio a llegar a la sede, y otro atraso al denominado ‘kick off’, cuando se presentan los equipos, de 30 segundos. Pero no son atrasos imputables a la selección”.

“La policía norteamericana nos detuvo en la puerta del estadio más de 4 minutos. Hay un procedimiento interesante. Los perros suben a los vehículos para ver si hay bombas. Veníamos a la hora. Me quiero preguntar si esta no es una denuncia que tiene otra motivación”, añadió también Muñoz, que también destacó que “a juicio de nuestra federación las explicaciones de Correa eran satisfactorias.

Consignar que según otros trascendidos desde la ANFP, la multa podría calificarse como un “pasado de cuenta” de Boys a Correa, ya que el encargado de las selecciones nacionales se había quejado públicamente de la sede.

Hay que decir también que tanto Boys como Correa coincidieron en el pasado en la ANFP, aproximadamente en 2007, por lo que en Quilín no descartan que podría existir un viejo problema entre ambos.