Es la primera obra de Juan Radrigán (1937-2016) que se estrena luego de su muerte y el debut del director Francisco Krebs (“Ángeles a martillazos”, “La UP”, “El amor de Fedra”) con la dramaturgia del Premio Nacional de Artes de la Representación 2011.

Escrita hace 10 años, “Clausurado por ausencia” representa la escritura de la última etapa de Radrigán, caracterizada por la “inesperanza” de sus personajes (lo decía el dramaturgo), una desolación tan absoluta que ni siquiera da espacio a la “desesperanza” luego de una vida de desilusiones.

A su proverbial cualidad de construir un lenguaje con trascendentes y hermosas metáforas poéticas sobre la realidad más dura, Radrigán agregó la reflexión de alguien que ve a la muerte como una alternativa más próxima, junto a una mayor cercanía a los aspectos éticos de la Biblia y un discutible tono discursivo de profeta y predicador.

Tal vez por todo esto sus personajes se sienten más que nunca y de manera absoluta, atrapados en el espacio y en el tiempo, aunque también estén presentes el humor negro como contacto entre comedia y tragedia .

A la espera

El rescate de la memoria histórica de nuestro país, impedir el olvido con el paso del tiempo y fustigar la indiferencia de la sociedad por la demora en hacer justicia respecto de los derechos humanos aplastados por la dictadura militar están el centro de la actual propuesta.

Dos mujeres y un hombre –Eva (Carla Casali), Handeli (Paula Bravo) y José (Miguel Ángel Acevedo)– esperan la inauguración de un memorial con los restos de algunos detenidos desaparecidos que se han identificado.

"Clausurado por Ausencia" | Jorge Sánchez | GAM
“Clausurado por Ausencia” | Jorge Sánchez | GAM

Pero como pasan los días sin que llegue el acto inaugural, y nadie da razones, la permanencia en el lugar se transforma en un absurdo: incluso simulan un discurso de bienvenida como si se dirigieran a las autoridades que nunca llegaron.

En este prolongado tiempo muerto surgen conflictos entre ellos, discusiones políticas e ideológicas como reacciones desesperadas y la terrible sensación de estar muriendo de olvido.

La crítica furibunda no sólo se dirige a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad. Incluye también a los sobrevivientes de la dictadura que, en periodo de democracia, se adaptaron al consumismo y olvidaron o diluyeron sus convicciones.

Un problema inicial grave para el buen contacto de la obra con el público es la acústica de la sala: partes importantes de los diálogos se pierden, más aún cuando Eva grita o habla a los gritos.

Y como la estructura dramática alude a una situación en un tiempo que parece congelado, la mirada se dirige a los recursos actorales y de dirección de la puesta en escena, para ver si se traspasan las emociones latentes y las reflexiones al cuerpo actoral.

Algo queda pendiente en esta primera experiencia de Krebs, porque la idea al final se entiende, pero en las palabras, no en lo que se mueve en escena, como si fueran dos realidades que nunca se asocian.

C. C. Gabriela Mistral (GAM). Alameda 227. Miércoles a sábado, 21.00. Entrada general $ 5.000; estudiantes y tercera edad, $ 3.000. Hasta el 8 de abril.