Comunidades mapuche y propietarios chilenos de la zona llaman a defender la vida en la legendaria Cordillera de Nahuelbuta, amenazada por el uso indiscriminado del agua por parte de una empresa frutícola transnacional.

Los dardos se dirigen a la Sociedad Agrícola EFG SPA, “productora de semillas transgénicas y fruta, vinculada al grupo Tuniche que, a su vez, tiene conexiones con Monsanto, conocida y depredadora transnacional”, enfatiza Jorge Ugarte Elgueta, angolino de nacimiento, una de las personas que suscribe la carta-denuncia de los habitantes del sector Junta de las Aguas y Purén, ubicados en las comunas de Purén, Angol y Los Sauces.

Llamamos a la conciencia social y ecológica para frenar la apropiación de las aguas, la depredación de la naturaleza y el consiguiente perjuicio y empobrecimiento de quienes viven aquí, una zona que se intenta despoblar”, agrega Ugarte.

En su parte medular, la carta-denuncia explica que “aprovechándose de que no existían derechos de aguas legalizados por los vecinos” esta empresa los solicitó para “una gran plantación de cerezos con fruta de exportación” a la “DGA del Ministerio de Obras Públicas, quien se los otorgó”.

Es así –continúa el documento, firmado por comunidades mapuche y propietarios chilenos- que a partir de diciembre de 2016, sólo en la hoya hidrográfica del estero Cabrería, la empresa EFG obtuvo de “las autoridades chilenas derechos de aguas superficiales para un caudal superior a 300 litros/segundo durante los meses de abril a diciembre, y derechos de aguas subterráneas de 6 litros/segundo durante todo el año”.

A modo de ejemplo informan que “6 litros/segundo equivale al consumo de 2.600 personas; por tanto 2.600 habitantes de la zona de los ríos Purén, Lumaco e Imperial ya no cuentan con agua para su consumo”. Según los denunciantes el riego de las plantaciones ya “ha generado la disminución y desaparición de caudales superficiales que han secado mallines y vertientes, ubicados aguas arriba”.

A esto se agrega, subraya Jorge Ugarte, que para “plantar 25 mil cerezos en 20 hectáreas, destroncaron un gran cantidad de avellanos, una especie protegida” y que es probable que durante el 2016 la empresa haya extraído “un caudal mucho mayor a los aprobados, provocando la sequía de cauces que provienen del Parque Nacional Nahuelbuta”.

Por último, Ugarte critica que “el uso indiscriminado del agua por parte de la empresa y una fiscalización inexistente de las autoridades, ha traído perjuicio para los vecinos y habitantes del sector que utilizan solamente agua para el consumo familiar, de algunos animales y para cultivos domésticos”.

Lee la carta-denuncia completa, aquí