El cortometraje escrito y dirigido por Gabriel Osorio, ganador de un Oscar 2016, es una joya: logra en pocos minutos contar una historia compleja, con distintos niveles de lectura, en forma simple, sensible y emotiva, usando de manera precisa herramientas del lenguaje cinematográfico y con una animación de gran calidad y con carácter propio, ajustado al contenido del relato.

Después de lograr el Oscar (una hazaña si se considera que competían contra grandes industrias de la animación), Antonia Herrera y Gabriel Osorio editaron junto a Zig-Zag la Historia de un oso en versión libro para niños. O en versión “familiar”, ya que es un libro para todo público.

El libro ha sido éxito de ventas. En este sentido es un acierto. Es un buen libro.

Si uno ve y lee el libro, éste resulta atractivo, las ilustraciones son buenas, el texto –salvo un detalle- es preciso. Y la historia sigue siendo la notable historia del cortometraje.

Pero si uno ha visto el cortometraje –y más de una vez-, el libro se queda “corto”, le falta profundidad (visual, emotiva), carece del ritmo tan logrado en su original. Las ilustraciones –los espacios, la ciudad, los rostros…-, siendo correctas, da la impresión que no tuvieron el tiempo y el cariño del cortometraje.

Historia de un oso, siendo un buen libro, está muy lejos del cortometraje. Tal vez debieron tomarse más tiempo para trabajarlo, o simplemente debieron hacer una versión impresa del cortometraje.

También se puede recomendar leer el libro antes de ver el cortometraje.

Historia de un oso

Antonia Herrera y Gabriel Osorio
Punkrobot y Zig-Zag