La novela histórica de Tromben es una especie de “saga” o continuación de “Huáscar”. Retomando algunos de sus personajes, se aventura en tierras pantanosas desde las que no se puede salir limpio, ni siquiera con un texto liviano -casi “higienista”- de uno de los momentos más polémicos, dramáticos, brutales y sangrientos de la historia interna del país.

La novela de Carlos Tromben está bien escrita, es un relato entretenido que va invocando personajes históricos conocidos como a otros conocidos masivamente solo “de oídas” (por el nombre de algunas calles), junto a otros que son creados a partir de su imaginación. Tromben combina y dosifica bien las descripciones, los hechos históricos, con las diversas y pequeñas historias paralelas que le van dando “sabor”, amplitud y diversidad el relato. Historias que se van entrelazando, en un intento de humanizar y hermanar un pasaje de nuestra historia particularmente brutal y cargada de inhumanidad, de odio.

“Balmaceda. La guerra entre chilenos” se lee fácil, de corrido, como una buena novela de acción… salvo por algunos detalles:

Al no querer tomar partido en una situación donde muchos chilenos todavía siguen atrincherados, termina siendo un texto “higienista”, donde los excesos parecieran haber sido circunstanciales, “salidas de madre” de algunos, en general maleantes o gente sin instrucción. Termina siendo un texto que relata episodios sangrientos como una película de Holywood (llena de imágenes atractivas, conmovedoras, pero muchas veces con poco fondo), pero que no captura de buena manera la brutalidad fratricida a todos los niveles que fue la guerra civil de 1891.

Al escribir sobre un hecho tan complejo como la guerra civil, Tromben optó por el mismo formato de Huáscar, lo que –a nuestro entender- es un error. Huáscar aborda un tema con bandos claros y se aboca en gran parte a hechos concretos –“objetivos” en tanto siguen los esquemas navales de cómo fue el combate- como son la persecución y captura del Huáscar. Sobre el contexto que da Tromben a los hechos navales hay bastante consenso.

En “Balmaceda. La guerra entre chilenos” confluyen muchas posiciones, un contexto histórico complejo, del que se ha escrito mucho y, por lo tanto, es muy difícil entregar “todos” los antecedentes que uno, como lector, puede considerar necesarios para completar el contexto (al tiempo que sobran otros que parecen innecesarios, decorativos)

Nuevamente, al igual que en Huáscar, “Balmaceda. La guerra entre chilenos” es una novela con muchos errores de tipeo y de escritura que reflejan una mala corrección de textos, inaceptable en una editorial grande que publica un libro -de un escritor con una buena trayectoria- que continúa a un gran éxito de ventas.

“Balmaceda. La guerra entre chilenos” es un libro aceptable, entretenido, que servirá para aprender algunas cosas de la guerra civil de 1891 pero del que no hay que hacerse grandes expectativas. Un libro que se mete “en las patas de los caballos” y sale magullado, pero vivo.

“Balmaceda. La guerra entre chilenos”
Carlos Tromben
Ediciones B
2016, Santiago de Chile