El director de “Azul y Blanco” y “El Lenguaje del Tiempo”, Sebastián Araya Serrano, vuelve a la cartelera con “La Salamandra”, cinta que cuenta la historia de un hombre cuya vida fuera de los márgenes de lo socialmente aceptado, comienza a desgastarse, sucumbiendo ante el delirio de sus deseos no cumplidos.

Son estas ansias por cumplir con los estándares sociales como el de tener una mujer, una casa y pertenecer, lo que lo llevan a hipotecar su pasado, todo, con tal de ser uno más. Es entonces cuando su alter ego se inserta en la trama como un segundo hombre que esta vez sí será aceptado. Sin embargo, el segundo hombre no tiene un pasado que sustente su presente, ya que es sólo una proyección de aquel que lo imaginó, y en la búsqueda de una historia propia, se dará cuenta que su existencia no es más que una gran obra simulada, donde nada es lo que parece, o al menos, no del todo.

La nueva película de Sebastián Araya Serrano (Azul y Blanco) es un largometraje que se sumerge en ambientes desolados, abandonados, destruidos, contaminados, donde las personas parecen ser pero nunca se sabe quiénes son… un mundo de pesadillas, inasible, donde no hay referentes, nada concreto, nada en qué afirmarse: ni creencias, familia o relaciones afectivas. Una pesadilla sin fin.

Cedida
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Araya hace una apuesta audaz al introducirse en un mundo fantasioso y angustiante que se juega en los detalles y las actuaciones la credibilidad de la historia. Y más audaz al reunir dos protagonistas (Elvis Fuentes y Cristián Carvajal) para realizar dos facetas o personalidades coexistentes de un mismo personaje.

Inquietente, siempre en el filo de la credibilidad, Araya va creando atmósferas cargadas, agobiantes, de desencuentro, desconfianza y casi nula empatía. Una metáfora a nuestra sociedad, donde detrás de una aparente normalidad subyacen mundos paralelos enfermos, distorcionados, donde la locura está latente.

“Él era un hombre que pensó que era un cerdo”, “consigase una vida” o “¿Quizás qué mierda estamos fabricando aquí” son algunas afirmaciones que van dando el tomo de agobio, de sin sentido.

Medioambientes contaminados, insalubres (como Ventanas), un relave minero, un vagón de trenes abandonado junto a un basural o un departamento desmantelado van dando las atmósferas a esta historia donde no hay raíces, no hay memoria, donde dan ganas de “quemarlo todo, aunque sea una mentira”, donde “hay días que te cansas de ser tu mismo”.

Con buenas actuaciones (sumamos a Tamara Acosta y a María Elena Duvauchelle, entre otros), destacada fotografía (Philippe Ripper), tal vez los puntos débiles están en la duración de la cinta (2 horas que se hacen un tanto largas), algunas escenas que resultan obvias y otras un poco pretenciosas.

Por otro lado, es difícil no caer en comparar a Elvis Fuentes y Cristián Carvajal, al interpretar dos facetas o personalidades de un mismo personaje.

“La Salamandra” es una coproducción chileno ecuatoriana a cargo de Afro Films (Chile) y Vectoryka (Ecuador). Fue ganadora del Fondo Ibermedia y merecedora del “Guión Ganador” en el Trindie Fils Festival en Estados Unidos. El film, que se estrenará el 11 de enero de 2018 en el Centro Arte Alameda, cuenta con las actuaciones de Cristián Carvajal, Elvis Fuentes y Tamara Acosta, en sus personajes principales.