Luego de la denuncia que dejó en evidencia que la Escuela de Conductores Casyc no contaba con certificación del Ministerio de Transportes para impartir cursos para obtener licencia profesional A-3, continúa la molestia y sobre todo la preocupación de 24 personas afectadas, quienes eran “beneficiarias” de una beca para este curso y siguen sin certificación, sin licencia y sin trabajo.

El consejero regional Gabriel Torres, quien presentó una solicitud para investigar este caso a la Contraloría, aseguró que pese a que el Organismo Intermedio de Capacitación -en este caso, la Cámara Chilena de la Construcción- reconociera un “error interno” y pidiera disculpas públicas, aún no se conoce “ninguna solución”.

Visión similar manifestó Carlos Parra, uno de los afectados por este caso, quien afirmó que -en el auge público de la denuncia y luego de las disculpas- se les prometió una solución, de la cual aún no tienen noticias.

Una de las principales aristas de este conflicto es la Escuela de Conductores Casyc, propiedad del socialista Oclides Anríquez -actual candidato a alcalde por Hualpén- quien señaló que jamás hubo intención de dañar. Sin embargo, asumió que también cometió un error.

Hoy existe un proceso para cerrar esta escuela, a lo que Anríquez apeló asegurando que existe una alta responsabilidad de la Seremi de Transportes, ya que -a su juicio- “los requisitos no eran claros”.

Mientras tanto, la Cámara Chilena de la Construcción -a través de un breve comunicado- aseguró que “ya se encuentran agendadas algunas reuniones con los participantes del curso que se han podido contactar, y estamos insistiendo con aquellos aun no contactados”.