Hugo Fuentealba, sobreviviente y familiar de una de las víctimas del terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010, fue el primer familiar en interponer una querella en contra de las autoridades de la época.

Esta semana entregó su testimonio de las cosas que sucedieron durante esa madrugada para evitar un procedimiento abreviado. Sin embargo, la jueza Carolina Gajardo aprobó la suspensión condicional del procedimiento, evitando así un juicio oral.

Lee también: Tribunal aprobó acuerdo y no habrá juicio contra imputados del Caso Tsunami

Hugo es oriundo de la Región Metropolitana y se encontraba de vacaciones en Dichato cuando ocurrió el terremoto. “Veníamos de la zona de Nueva Imperial y a mi mujer y a mi cuñada se les ocurrió venir a la costa [...] Yo no conocía Dichato, mira la forma que lo llegué a conocer“.

Sobre la decisión de la jueza, Fuentealba señala que lo veía venir hace un año y “nos hicieron declarar por una mera formalidad, porque así lo estaban pidiendo los abogados querellantes, pero en el fondo no valía de nada”.

“Todas estas maniobras dilatorias, entrampar, empantanar esto era para llegar a término con Solange Huerta, eso es lo que se quería porque íbamos a juicio oral sí o sí. Entonces, por eso recurrimos a los tribunales”, indicó.

Para Fuentealba la “justicia sería que ellos fueran a un juicio oral, sean condenados. Esto sucede en Estados Unidos, en otro país, y ellos estarían tras las rejas [...] Ellos tienen que responder ante nosotros, ante los dolientes, aquí no murieron animales, fueron personas“.

“El SHOA mandó la Alerta de Tsunami, acá no fue bien tratada. En un minuto, yo estando en Chillán escucho en un canal de televisión al comandante Rojas -a no tener respuesta de la Onemi- él dice claramente que el SHOA cancela la Alerta de Tsunami y nosotros, y toda la gente que estaba en la costa, estábamos en un peligro inminente de muerte“, indicó.

Sobre las reflexiones que entregaron las autoridades de la época, Hugo las calificó como insólitas. “El pedir perdón o disculpas públicas es una expresión voluntaria, la esencia del perdón nace del corazón, de la nobleza de las personas que tienen principios y valores. El perdón no debe ser forzado“.