Un sorpresivo y drástico golpe de timón remeció a la Democracia Cristiana en plena Junta Nacional, reunión que arribó en un momento que sus propios militantes reconocen como uno de los mas complejos que ha vivido su partido.

A los constantes roces al interior de la Nueva Mayoría se suman los serios cuestionamientos que ha recibido su ahora ex presidente, el senador Jorge Pizarro, debido a la relación de sus hijos con el caso SQM.

Horas antes de la renuncia, el diputado Marcelo Chávez señaló que el liderazgo de Pizarro “había generado un gran daño” al partido y que era necesaria una renuncia voluntaria. Luego, aún dentro de la sorpresa, valoró la decisión de Pizarro.

El parlamentario, en un tono franco y evidentemente decepcionado, dijo que no espera un gran debate político de esta reunión, ya que a su juicio los grandes temas coyunturales, como la continuidad de la DC en el conglomerado oficialista, no se van a debatir como corresponde, “escondiéndolos debajo de la alfombra”.

Visión diametralmente opuesta tenía el también diputado, y Presidente Regional de la DC del Bío Bío Jorge Sabag, quien antes de onocerse la decisión de Pizarro, afirmó tajante que debía seguir “sí o sí” a la cabeza del partido, ya que no se podía hacer un “uso político” de su situación personal.

Sin embargo, luego calificó como heroica la renuncia y señaló que con esto se evita una confrontación interna.

Sabag reconoció roces, desacuerdos y malos entendidos al interior de la Nueva Mayoría, pero reparó en que la Falange hizo un compromiso con el Gobierno, y que este se va a mantener hasta el final del período.