La segunda fuga en menos de dos semanas enfrenta Gendarmería desde su penales del Gran Concepción. Ahora un interno que cumplía su condena en el Centro de Estudio y Trabajo de Punta de Parra, abandonó el lugar aprovechando el horario de visita.

Fue poco antes de la medianoche del 31 de diciembre cuando Matías Fuentes Valencia, de 31 años, logró escapar del penal El Manzano de Concepción.

A sólo 10 días de esa fuga, ahora se produjo la segunda, esta vez protagonizada por Alan Soto Palavecino desde el Centro de Estudio y Trabajo de Punta de Parra, quien en septiembre había comenzado a cumplir una pena de 8 años por el delito de robo en lugar habitado.

La noticia fue confirmada por el jefe técnico de la Dirección Regional de Gendarmería en el Bío Bío, Marcelo Lillo, a quien consultamos por qué se había trasladado a Soto desde un lugar cerrado como la cárcel de Lebu a la unidad abierta de Tomé.

El interno se fugó a sólo tres semanas de haber llegado al CET de Punta de Parra, tras cumplir un tercio de la condena, y haber sido aprobado el traslado por los consejos técnicos de Gendarmería.
Si el beneficio fue equivocado o no, esto es lo que dijo Marcelo Lillo.

El sicólogo agregó que sólo entre un 5 y 10 por ciento de los internos del Centro de Estudio evaden o quebrantan condena, como prefiere calificar Gendarmería a las fugas desde recintos penitenciarios.