Con una masiva convocatoria de fieles se llevó a cabo este domingo la apertura de la “Puerta Santa” de la Catedral Metropolitana, dando por inaugurado en la arquidiócesis el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.

Media hora antes del mediodía los representares de todas las parroquias de Santiago, de movimientos, párrocos, religiosos y religiosas, vicarios y obispos auxiliares, empezaron a llenar la iglesia Santo Domingo, a dos cuadras de la catedral, donde el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, dio inicio a la procesión hacia el principal templo capitalino.

La procesión llegó a las puertas de la catedral al mediodía, momento preciso al que al sonido de un cuerno, el cardenal Ezzati pidió abrir “las puertas de la justicia”. “Esta es la puerta del Señor: por ella entraremos para obtener la misericordia y el perdón”, dijo mientras las puertas se abrían y él y los fieles traspasaban el umbral. Poco a poco, precedidos por el arzobispo, los más de cinco mil asistentes fueron pasando por la Puerta Santa, proceso que demoró alrededor de 20 minutos.

La Puerta Santa estaba rodeada de una guirnalda de flores blancas y cada hoja de la puerta con placas con la imagen de la cruz, diseñadas por el artista Claudio Di Girolamo.

El cardenal Ricardo Ezzati presidió la solemne misa y en su homilía indicó que en todos los fieles participantes: “Vemos la vida cristiana presente en nuestra ciudad” y agradeció a Dios: “Esta manifestación de fe y de vitalidad de nuestra Iglesia”.

Más adelante explicó que La Puerta Santa es un signo, que no tiene valor en sí misma, sino que es señal de Jesús. “La puerta en la cual tenemos que entrar es la persona de Jesús, porque entrando por él podemos encontrar el don de la vida abundante, de la misericordia, de nuestra fraternidad, madurar en cada uno de nosotros los criterios del Evangelio, para hacer presente sus criterios de acogida de los más pobres y afligidos”.

“Qué diferente sería la realidad que nos toca vivir, muchas veces marcada por la injusticia, la violencia, el dominio de la droga, si de verdad nuestros criterios fueran los criterio es de Jesús”, reflexionó.