Sin duda Valparaíso tiene cuento. Tiene ese algo que ha inspirado desde eruditos, letrados y escritores hasta los más anónimos amantes que, escondidos entre escaleras y calles adoquinadas, se roban besos y caricias apasionadas, ocultos en la que hoy llaman vaguada costera.
Siluetas de hombres, mujer, niños y adolescentes que -entre jibias, completos, sopaipillas y bicicletas de alambre- se transformaron en los protagonistas de la tercera versión de Valparaíso en 100 palabras. Concurso de cuentos breves que permitió conocer, con una mirada simple, un prisa distinto del viejo puerto, con la visión de quellas personas desconocidas, comunes y corrientes.
Es eso precisamente lo que busca la iniciativa, destacar y rescatar la visión simple de la vida cotidiana en las letras de sus propios protagonistas, explicó Carmen García, directora de la Fundación Cultural Plagio, organismo creador del concurso.
García manifestó que siendo Chile un país que cuenta con dos Premios Nobel de Literatura, hay poco apoyo a la creación literaria. De ahí que instancias como Valparaíso en 100 Palabras se transformen en espacios de difusión y creación.
En esta versión llegaron más de 4.700 cuentos, de los cuales se eligió a los 100 mejores, los que fueron publicados en una edición de bolsillo. Luego, entre esos 100 se eligió a los cuentos ganadores:
Un adiós en Bicicleta
Javier Nieto de Quilpué, 17 años. Premio al Talento Joven.
Un problema de la Jibia
Natasha Valenzuela de Viña del Mar, 45 años. Mención Honrosa.
Don Ángel
Pablo Barría de Viña del Mar, 33 años. Mención Honrosa.
Viento playanchino
Christian Riquelme de Valparaíso, 29 años. Mención Honrosa.
Olor a Sopaipilla
Sergio Sepúlveda de Valparaíso, 30 años. Primer Lugar.
El ganador de esta tercera versión del concurso fue Sergio Sepúlveda, quien explicó que el cuento Olor a Sopaipilla tiene un tanto de realidad y tanto de ficción, que recogió conversando y mirando a la gente común y corriente en el Valparaíso cotidiano.
Valparaíso en 100 Palabras
Sepúlveda relató que este relato en particular lo rescató, en parte, de una de esas tantas conversaciones con una vendedora de sopaipillas del terminal rodoviario.
El ganador del concurso dijo que el primer semestre del próximo año publicará su primera novela. No quiso adelantar nada, sólo que recoge en su temática algo similar a lo plasmado en el cuento ganador, un poco de realidad y un poco de ficción.
Aseguró que ganar el concurso es un honor, aún cuando reconoció que es difícil en general intentar desarrollar cualquier tipo de actividad artística por la poca difusión y apoyo que existe.
La ceremonia de premiación se realizó en el Centro Cultural Ex Cárcel. Los cuentos fueron relatados por la actriz Ingrid Isensee y musicalizados en vivo por Nano Stern.
En el lugar había una vista maravillosa a la bahía, la que poco se dejó ver, porque las nubes que entraban desde el Pacífico la escondieron. Pero así de fascinante es Valparaíso, esta ciudad que tiene tanto que decir, tantas historias que quedan aún por contar, aunque sea sólo en 100 palabras.
