The Economist ha puesto sus ojos nuevamente en la economía chilena, esta vez no para criticar gestiones de índole gubernamental relacionadas con economía, sino para analizar ” lo bien que ha jugado” una de las compañías de retail más grandes de nuestro país en el mercado sudamericano. Se trata de Falabella, que según consigna el mismo medio, actualmente posee presencia en 6 países y cuenta con 100.000 empleados a lo largo del continente, cargando a sus espaldas una importante historia de 126 años.

Sabemos que hoy el escenario Sudamericano es económicamente turbulento y ralentizado como consecuencia del desplome del precio de las materias primas que son el fuerte de toda la región, situación que ha arrojado como resultado una inflación que parece no dar tregua, y la consecuente inestabilidad monetaria, donde por ejemplo, el precio del peso chileno se ha reducido en un tercio con respecto al dólar desde principios de 2013.

Estos antecedentes, según the Economist, han generado que numerosas compañias estén agotando sus estrategias económicas en sobrevivir a este escenario, y lo que para los analistas de éste medio económico, resulta casi paradógico es que no obstante los países sudamericanos intentan sostenerse en medio del escenario desfavorable, compañías como Falabella parecen no tener problemas y muy por el contrario, se ha posicionado como el “Cauto Conquistador Sudamericano” haciendo alusión al nombre con el que el propio Economist le ha denominado. Ya que “contrario a este trasfondo, el desempeño de Falabella ha sido positivo. Ejemplo de ello es que el diez de Noviembre anunció ganancias netas de 95 billones de pesos durante el tercer trimestre, un aumento del 16% con respecto al resultado del año anterior, mientras que los ingresos aumentaron en casi un 13%.

Su secreto, según este medio de presencia mundial, se basa principalmente en 4 aspectos.El primero de ellos es su cautela a la hora de tomar desiciones tan importantes como su expansión en el continente: ” Cuando Falabella decide expanderse, no se apura”, es parte de su cauto conservadurismo y que por años ha sido una de las características de la “exitosa economía chilena”. Que al principio del estudio es comparado con Alemania, y se tilda a nuestro país como “la Alemania sudamericana”. En este sentido la empresa en cuestión, ha sabido hacer suyas características esenciales de la economía alemana y que la han hecho acreedora del éxito que hoy pregona The Economist.

El segundo aspecto, es la razón principal de su “resiliencia” y es su variedad de negocios, esparcidos cuidadosamente a través de 6 paises-. Cuenta con 101 tiendas departamentales, posee 102 supermercados, 246 tiendas ferreteras estilo “hágalo usted mismo” y 39 centros comerciales. La tienda de retail se ha convertido en “un brazo de servicios financieros” y que conoce perfectamente los hábitos de consumo de sus clientes. Esto se resume de manera muy simple a que “Mientras los clientes van de una tienda departamental Falabella y pasan a un supermercado Falabella, pueden pagar sus compras con tarjetas de crédito Falabella o girar dinero desde algun de sus cajeros automáticos, propiedad de Banco Falabella”, explica el diario financiero. Parece que nada a sido dejado al azar.

Tercero, este aspecto fue mencionado por el propio Director de Desarrollo de Falabella, Jordi Gaju, quién atribuye el éxito de la empresa a su comprensión de los hábitos de compra, que pueden variar enormemente de un país a otro. El impecable estudio de mercado ha logrado tener el impacto comercial necesario en los distintos países donde ha irrumpido. No existe una campaña standard para todas sus “colonias comerciales”.Cuarto, El enfoque de la compañia en las economías andinas favorables al mercado y que continuan creciendo (Chile, Colombia y Perú) y luego en economías más densas como Brasil y Argentina ( donde se menciona a Cencosud como principal inversionista en esas regiones, donde según The Economist, tiene razones suficientes para lamentarlo).

Sin embargo, el éxito no debiese implicar nunca “dormirse en los laureles”, y según The Economist, aparte del entorno macroeconómico,el mayor desafío de Falabella sería la creciente sofisticación de los compradores de la región. Se planea invertir $ 1 billón el año 2018 en los sistemas informáticos y la logística, para impulsar su negocio de comercio electrónico ya que algunos consumidores de la región se van acostumbrado a comprar en línea. Aún el grueso de los consumidores prefieren el comprar de manera presencial y como consigna el medio, así lo hicieron también en otrora los estadounidenses y los europeos hasta que se volvieron compradores especializados , y luego migraron a la compra en línea.

En este sentido, América Latina “está por 15-20 años atrás de las economías avanzadas”, señala Esteban Bowles de AT Kearney, una consultora de gestión para The Economist. Eso le da la cautela a la firma chilena y el tiempo mientras se adapta a las nuevas exigencias del mercado.