Fueron 39 días de paro del Registro Civil. El más largo del Servicio y el más extenso de este año. Una movilización que dejó consecuencias que la autoridad aun evalúa. Un paro de funcionarios públicos que en cierta medida logró paralizar también al país.

Es 30 de septiembre y el servicio del Registro Civil irrumpe con una movilización a nivel nacional. Una movilización que, al principio, fue vista como un paro más por el Gobierno, sin embargo, la voz de alerta emergió de la calle.

Las colas crecían y la paciencia se acababa. Un paro que a las dos semanas de transcurrido no vislumbraba solución. Desde La Moneda había displicencia y el ministro de hacienda calificaba el paro como “ilegal”.

La presión crecía desde la calle y los turnos éticos parecían no funcionar. El ejecutivo trataba de paliar la inoperancia con turnos de emergencia y planes de contingencia.

El paro entraba a su tercera semana y no había acercamiento. Ministros y asesores miraban la huelga desde la Moneda y los dirigentes desde calle Huerfanos. Una situación que endureció la postura del Gobierno y por primera vez se habló de despidos.

Cuarta semana y las primera reuniones acercaban posturas. Nelly Díaz entraba y salía desde ministerio de Justicia. Las bases votaban y el paro continuaba.

Este lunes la situación de hacía insostenible y las reuniones se acrecentaban. El agotamiento era evidente hasta que el viernes y tras 39 días el paro terminaba.

Fueron 39 días de paro cuyas consecuencias aún están por evaluarse. Se habla de mas de 2 millones de trámites que no se realizaron.

Una tarea que no será fácil de satisfacer, la tramitación de documentos resulta ser indispensable, al menos eso logró demostrar esta movilización, para el desarrollo del país.

Esta movilización logró dar vuelta la mano del Gobierno, con perseverancia y convicción Nelly Díaz y el cuerpo del Registro Civil marcaron un nuevo hito.