Este viernes, la ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Adriana Sottovia Giménez, y el jefe de Gabinete del Servicio Médico Legal (SML), José Valencia, se reunieron con los familiares de Manuel Jesús Navarro Salinas para informarles de la confirmación de la identidad de los restos del joven detenido en la Isla de Maipo, el 7 de octubre de 1973.

Los análisis genéticos practicados en el Laboratorio GMI de Austria permitieron determinar con certeza científica su identidad a través de ADN.

Manuel Navarro fue la víctima número 15 en ser identificada en la investigación por los restos descubiertos en los hornos de Lonquén, transformándose en el primer caso en materia de violaciones a Derechos Humanos que el SML culmina en su totalidad en cuanto a las identificaciones de las víctimas asociadas.

Hornos de Lonquén

El caso Lonquén significó en Chile la primera evidencia indesmentible de la violencia de la dictadura cívico militar tras el hallazgo, en 1978, de los cuerpos de 15 ejecutados al interior de unos hornos de cal, correspondientes a los 15 detenidos en octubre de 1973 en Isla de Maipo y que hasta entonces permanecían desaparecidos.

Este hecho dio inicio a la acción de encubrimiento denominada “Operación Retiro de Televisores”, que consistió en la exhumación de los cuerpos de las víctimas desde los lugares donde ilegalmente habían sido sepultadas, para hacerlos desaparecer.

En 1979 los restos de los 15 campesinos fueron arrojados a la fosa común del cementerio local de Isla de Maipo, sin el conocimiento de sus familiares que esperaban sus restos en una iglesia cercana al entonces Instituto Médico Legal.

Más adelante, personas bajo el anonimato, destruyeron con dinamita los hornos de cal y arrasaron el terreno con maquinaria pesada.

En junio de 2005 se reabrió el proceso ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, la que luego de designar un Ministro en Visita para esta causa, inició las gestiones que permitieron identificar los restos de las víctimas, con la excepción de Navarro, osamentas que después de 37 años fueron sepultados en un mausoleo construido en la antigua fosa común del cementerio de Isla de Maipo.

Navarro tenía 20 años de edad al momento de su detención, trabajaba como ayudante de mecánico y no tenía militancia política.