Tres militares murieron, cuatro resultaron heridos y otro fue declarado desaparecido, sin descartar que haya sido secuestrado, ayer martes tras ataques contra unidades del Ejército en el sur de Colombia, que fueron atribuidos por las autoridades castrenses a la guerrilla de las FARC.

Un primer hecho ocurrió en el departamento de Putumayo cuando tropas motorizadas, que escoltaban una caravana de 12 camiones que transportaban crudo, fueron atacadas “con artefactos explosivos improvisados” por el “Frente 32 del Bloque Sur” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), dijo el Ejército en un comunicado.

En la acción fue “asesinado un soldado profesional y dos más resultan heridos (…) De la misma manera, en el lugar de los hechos se adelanta la búsqueda de un oficial que hasta el momento se encuentra desaparecido”, precisó el texto.

El ejército indicó que las operaciones de búsqueda del oficial, identificado como el subteniente Cristian Moscoso, continúan “y no se descarta que haya sido secuestrado”.

Según las autoridades, el objetivo de los guerrilleros era interceptar los camiones para derramar el crudo que transportaban sobre la vía, replicando acciones que el grupo rebelde ya ha ejecutado en los últimos días en esa misma zona del país, en medio de un incremento de su ofensiva.

En un segundo ataque este martes contra uniformados, en el departamento de Nariño, otro soldado falleció durante “labores de construcción en la vía que comunica a Junín con el municipio de Barbacoas”, dijo el Ejército en otro comunicado.

Los militares “fueron sorprendidos por unos disparos efectuados, al parecer, por un francotirador de la Columna Móvil Mariscal Sucre de las FARC”, agregó el texto.

Un tercer hecho ocurrió “en zona rural de los municipios de Rioblanco y Chaparral, Departamento de Tolima”, donde un soldado profesional murió y otros dos uniformados resultaron heridos al pisar una mina antipersona.

El Ejército confirmó que en esa zona, este lunes y martes, se han presentado fuertes combates entre efectivos oficiales y miembros del frente 21 de las FARC.

Las FARC sostienen diálogos de paz en Cuba desde noviembre de 2012 con el gobierno de Juan Manuel Santos, pero las negociaciones se desarrollan sin un cese al fuego en Colombia.

En su arremetida de las últimas semanas, las FARC han atentado principalmente contra fuerzas militares y contra la infraestructura energética de distintas regiones del país, causando graves daños al medio ambiente y a la población civil.

A comienzos de junio, una acción de las FARC contra transportadores de crudo llevó a que unos 3.000 barriles de petróleo fueran vertidos en el Putumayo, contaminando humedales, fuentes de agua y vías.

Poco después, además, un ataque con explosivos contra un oleoducto en Nariño provocó el derrame de unos 10.000 barriles de crudo en ríos de la zona, y la mancha de combustibles terminó llegando al océano Pacífico.

Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo en el que han participado guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando oficialmente al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados.