Una pena de 10 años de presidio efectivo deberá cumplir un hombre que fue condenado por el Tribunal Oral de Angol, por violar a una niña de 10 años de edad, hermana de su conviviente.

Los hechos, según acreditó en el juicio el fiscal Carlos Obreque, ocurrieron el 19 de abril de 2014 al interior de un inmueble de la localidad de Púa en Victoria, donde el ahora condenado y su familia compartían un asado, instancia que el imputado aprovechó para llevar a la menor de edad hasta una habitación del segundo piso, donde la violó.

La menor denunció lo sucedido y debió ser atendida en un hospital por las graves lesiones que que sufrió, sin embargo durante el juicio y por la presión ejercida por su propia familia, se retractó de sus dichos y declaró que su agresor no tenía responsabilidad en lo sucedido para evitar que resultara condenado, según precisó el fiscal Obreque.

Obreque indicó que afortunadamente existieron personas que escucharon lo sucedido, mientras que la menor un par de días después de los hechos, develó los antecedentes a una médico del hospital de Temuco y a los funcionarios policiales de la Brisexme, por lo que el tribunal dio credibilidad a esos testimonios, entendiendo que en delitos del ámbito sexual existe la clandestinidad, es decir, es muy difícil tener testigos presenciales de los hechos.

Aparte de los 10 años de presidio, el tribunal condenó al hombre a la pena de interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oídos como pariente en los casos que la Ley designa, además de la de sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena principal.