El dolor de garganta es el síntoma más común que aparece en los días de frío: avisa de inmediato sobre un resfriado que se aproxima o que ya se apoderó de todo el cuerpo.

Pese a las grandes molestias que produce este dolor (desde las dificultades al comer hasta los problemas para hablar) muchas personas prefieren tomar medidas caseras en vez de recurrir a los típicos medicamentos.

Según el diario español El Confidencial, existen 6 remedios y soluciones caseras a las que puedes recurrir para combatir las molestias en tu garganta en caso de resfrío.

1. Hacer gárgaras

No más de tres veces durante el día y por medio minuto, intenta hacer gárgaras con salmuera (agua tibia y media cucharada de sal) o, si no soportas el sabor, puedes hacerlo sólo con miel y jugo de limón.

Este clásico remedio fue corroborado por un estudio en 2005 del American Journal of Preventive Medicine, quienes determinaron que este ejercicio permite absorber el agua de las células de la membrana mucosa, que se encuentran inflamadas durante el constipado.

2. Consumir caramelos

No tienen que ser específicamente de propóleo ni adquiridos en una farmacia. En realidad, cualquier pastilla o alimento destinado a ser chupado puede ayudar con el dolor de garganta (ojalá de eucalipto o menta). Al chupar los caramelos, se estimula la producción de saliva y se disminuye el dolor.

3. Beber líquidos

Sabiamente te lo repiten, una y otra vez, el doctor y tu mamá. Beber líquidos no sólo te ayuda a hidratarte, sino que además se humedecen las membranas mucosas, lo que ayuda a descender los niveles de sensibilidad en la garganta.

Se recomienda ingerir líquidos tibios y, por ningún motivo, se debe consumir café ni bebidas alcohólicas (producen el efecto contrario).

4. Cucharadita de miel

Si dejas reposar una o dos cucharaditas de miel dentro de tu boca, sin duda te ayudará a aliviar el dolor. La miel es un efectivo antiséptico, o sea, que ayuda a combatir enfermedades infecciosas: destruye los microbios que la provocan, ayudando también a eliminar la tos.

5. Vapor de agua caliente

Tomando en cuenta que lo más dañino para la garganta es la sequedad del ambiente, se debe intentar humedecer la garganta todo lo posible.

Es por ello que si tomas una ducha caliente, el vapor que expele el agua ayudará a alivianar el dolor. También puedes abrir el interruptor del agua caliente y quedarte sentado en el cuarto de baño aspirando el vapor formado, sumándole hierbas y aceites esenciales al agua.

6. Mantén caliente tu garganta

Una almohada terapeútica, un guatero o simplemente algunos pañitos con agua tibia sobre la garganta, ayudan a mejorar la circulación ensanchando los vasos sanguíneos y relajando los músculos.