El jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, aseguró el sábado que los “vándalos” que incendiaron tiendas y vehículos en el centro de Milán el viernes durante la inauguración de la Exposición Universal no lograron “arruinar la fiesta”. 

“Intentaron arruinar la fiesta, pero cuatro vándalos hijos de papá no conseguirán echar a perder la Expo”, declaró Renzi en la televisión pública italiana, celebrando el trabajo de las fuerzas del orden, que “evitaron las provocaciones”. 

El viernes por la tarde, unas horas después de la inauguración oficial de la Expo en el norte de Milán, varias decenas de manifestantes con capuchas y máscaras de gas incendiaron tiendas y vehículos durante una hora. El jefe de la policía italiana, Alessandro Pansa, explicó el sábado en la radio que la consigna había sido no cargar contra ellos, pues las autoridades prefirieron dejarlos actuar antes que arriesgarse a “manchar de sangre la Expo”.

“La Expo cumplió con éxito su desafío inicial, que era abrir y mostrar la potencia del discurso que los visitantes pueden conocer aquí”, declaró el ministro de Agricultura, Maurizio Martina, durante una rueda de prensa en la Expo, aunque reconoció que aún quedaban por hacer “algunos ajustes”. 

Los organizadores de la Expo aseguraron que el viernes hubo “realmente muchos visitantes” aunque no confirmaron la cifra de 200.000 avanzada por la prensa, por no poder distinguir entre los visitantes, los periodistas y el personal, según dijeron.

La Exposición Universal de Milán abrió sus puertas el viernes, inaugurando seis meses de debates y celebraciones en torno a la agricultura y la alimentación. La fiesta no fue, sin embargo, del agrado de todos. Así, miles de personas se manifestaron contra el despilfarro de dinero público y la contratación de trabajadores precarios. Además, decenas de estos manifestantes anti-Expo, se enfrentaron a la policía a la que lanzaron piedras. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos.