La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, prefirió utilizar este viernes las redes sociales en lugar de pronunciar un discurso formal el 1 de Mayo para poner de relieve el compromiso de su gobierno con la defensa de los derechos de los trabajadores.

La primera mujer presidenta del país, miembro del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), ha aceptado a regañadientes un paquete de medidas de austeridad para recuperar una economía afectada por una alta inflación, altas tasas de interés, bajo crecimiento y baja productividad, a pesar de la oposición del ala más radical de su partido.

En tres videos divulgados en redes sociales Rousseff insistió en que su gobierno siempre defenderá los derechos de los trabajadores, a pesar de que tanto el Banco Central de Brasil como el FMI anuncian una recesión este año.

“En los últimos 13 años, el Día del Trabajo ha sido un día para apreciar y celebrar las victorias de la clase obrera”, dijo Rousseff, quien prometió garantizar que el salario mínimo seguiría subiendo más que la inflación.

Reelecta el pasado octubre para un segundo mandato, Rousseff dijo que durante su primer mandato el salario mínimo había subida 14,8% por encima de la inflación y aseguró que estaba decidida a mantener las políticas sociales que aseguren “un Brasil más justo”.

El mes pasado el Congreso brasileño aprobó una ley que permite a las empresas despedir a trabajadores de puestos no esenciales, lo que provocó una gran controversia y preocupación entre muchos asalariados y varios partidos de izquiera, incluido el PT, advirtieron de la pérdida de derechos laborales.

Pero Rousseff insistió en que “mi gobierno está comprometido con la defensa de los derechos laborales”.