Los choferes de microbús tienen fama de ser gruñones y quisquillosos con los estudiantes, quienes se quejan constantemente de que no se detienen cuando los ven en el paradero o que los obligan a ir parados (pese a haber asientos disponibles), entre otros reclamos.

Por eso es que llama la atención el caso de Juan Medina Matus (59), un conductor de la línea Vía Siglo XXI de Concepción, quien destaca por su amabilidad con los escolares y universitarios.

Pero su cortesía no pasa sólo por un saludo o buen trato, ya que este hombre fue más allá, y en su máquina porta un cartel que dice: “Estudiante, muchas gracias por preferirme”.

En conversación con el diario La Cuarta, el trabajador señaló que su “buena onda” surge porque a él no le gustaría que sus hijos y nietos, que también usan este transporte, fueran tratados mal o con desprecio.

“Bueno, yo echo arriba a todos los estudiantes, porque como soy padre, tengo hijos, y nietos. Los trato bien, los saludo en la mañana y en la tarde. Hago un buen trabajo como conductor”, explicó.

Al ser consultado sobre el cartel, Medina indicó que su máquina es vieja y por lo mismo, muchos adultos prefieren no subirse. “Suben puros estudiantes, entonces en agradecimiento a ellos mandé a hacer ese letrero. Siempre ando con la micro llena, pero con puros estudiantes, porque mi recorrido pasa por donde quedan las universidades”, indicó.

Asimismo, dijo que los jóvenes se muestran agradecidos por el letrero. “Cuando ven la máquina dicen ahí viene la micro de los estudiantes. Por lo mismo me dan preferencia, y me eligen a mí para subirse”, contó.

Medina criticó a sus colegas que tienen una mala actitud hacia los escolares y universitarios, indicando que está mal “porque ellos también tienen hijos, deberían darle buen trato a los estudiantes. Por lo general no les paran a ellos, eso es verdad, porque lo he visto cuando he andado de pasajero, y los colegas los tratan mal, echan las monedas a la caja enrabiados, y algunos incluso las tiran. No les gusta transportar pases de estudiantes a los colegas”, comentó.

Además, aseguró que nunca ha tenido un problema con un estudiante, y que “ahora menos porque suben felices más que antes”.

Penquistas dando el ejemplo

Pero Juan no es el único conductor de la locomoción colectiva penquista digno de destacar. En octubre pasado se conoció el caso de un chofer que, cansado de que ningún pasajero ofreciera su asiento a una mujer con un bebé en brazos y otra niña de la mano, decidió darle una lección a los usuarios.

La situación grabada por las cámaras de seguridad de la máquina y compartida en Youtube, mostró que el hombre le cedió su lugar a la madre, con el fin de hacer un “llamado de atención” a quienes no fueron capaces de ser amables con la mujer y sus hijos.