A cinco años del terremoto del 27 de febrero de 2010, 134 familias de las aldeas de San Juan, Fernando Paz y Maryland de Talcahuano esperan la entrega de sus viviendas definitivas.

Estas familias viven en aldeas de emergencias instaladas gracias a la ayuda de la Armada de Chile en caleta Tumbes, 35 en la aldea Fernando Paz, 26 en San Juan y 73 en la aldea Maryland, mientras esperan sus nuevas casas.

Agencia UNO señala que a la fecha un 96.5% de las familias lograron salir de los campamentos de emergencia. Sin embargo aún quedan cinco campamentos con 152 familias en la Región del Bío Bío, específicamente uno en la comuna de Chiguayante y los otros cuatro en Talcahuano.

Óscar es uno de los tantos que vive en los campamentos, él dice que “ahora dicen que están haciendo las áreas verdes pero la verdad es que nos tratan como animales. Aquí nos tienen acorralados”

Mónica vivía con su marido y sus hijos en una amplia casa de cinco habitaciones, situada en el borde costero de la península de Talcahuano, hasta que el terremoto y posterior tsunami les dejo sin nada. Tras varios meses acampando en el cerro fueron trasladados a una reducida vivienda de emergencia, la que con el tiempo han logrado ampliar.

Hace cuatro años, una noche al acceder en auto al campamento por el estrecho camino de tierra y piedras, Mónica sufrió un accidente automovilístico. Desde entonces, vivir en una mediagua se le ha hecho cada día más difícil y espera que el Gobierno le entregue pronto su casa.

“No puedo andar en silla de ruedas aquí dentro, dice – mientras señala el estrecho marco de una de las puertas -nos dan las casas para que vivamos mejor y nos dicen que falta esto, que falta lo otro… llevamos cinco años esperando. Hemos tenido que aprender a habitar en una mediagua”.

Por otro lado, Claudia junto a su esposo y sus cinco hijos tuvieron que comenzar a vivir en una mediagua reducida. “Estuvimos bastante tiempo así porque no podíamos construir”. Hace un par de años a uno de sus hijos le detectaron leucemia y se vieron obligados a hacer una habitación para el pequeño, con baño propio.

“Quiero que me den mi casa nueva, pero estar cómoda, vivir dignamente, no todos amontonados”, señala.

Caleta Canteras | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Caleta Canteras | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Aldea Maryland | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Aldea Maryland | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Baños del Campamento San Juan | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Baños del Campamento San Juan | Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO

Maribel Fornerod | Agencia UNO