Proyecto “Luz para el recuerdo” iluminó el cementerio de Quillota con tonalidades crepúsculo, con el objetivo de atraer a los habitantes del lugar y turistas.

El cementerio de Quillota, emplazado en el cerro Macaya, se ha convertido en toda una atracción turística debido a las luces que otorgan un nuevo resplandor a las inmediaciones.

Iluminación que fue posible gracias al concurso Sculp Light Quillota 2014, cuyo objetivo era revalorizar a través de la luz eficiente un ícono histórico de la ciudad, resultando ganador el proyecto “Luz para el recuerdo” dirigido por la diseñadora industrial Macarena Meza y la arquitecto Daniela Orellana.

Es así como durante las noches se puede apreciar la fachada del ícono histórico arquitectónico con diversas tonalidades que varían según cambia el color del cielo al anochecer. Un lugar que por el hecho de encontrase situado en una meseta, es posible apreciar desde diversos puntos de la ciudad.

“Luz para el recuerdo” utiliza como concepto la idea de que nuestros recuerdos van siempre ligados a momentos y durante el día reconocemos diferentes instantes de luz, desde el amanecer al anochecer, modificando paulatinamente su color e intensidad. Por ello, esta propuesta captura el dinamismo de la luz natural, plasmando el atardecer sobre los muros del cementerio.

De acuerdo a lo señalado por sus autoras, el crepúsculo simboliza el “ocaso” de la vida, por ello, considerando el horario de puesta de sol en verano, este proyecto sugiere cinco escenas de luz, generando una gradiente de tonos anaranjados hasta azules, para finalizar en blanco. En el último acto, todos los muros se teñirán de blanco, representando el descanso final de las almas. Pulso que aumenta y disminuye, variando la intensidad de luz, lo que simulará que el cerro respira, ya que “el recuerdo permanece vivo por siempre”, indicaron.

La iniciativa que permanecerá durante todas las noches hasta mediados de febrero y que se enmarca en el XV Encuentro Iberoamericano de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales y la Primera Jornada Nacional de Espacios Funerarios Chilenos, siendo impulsada por Schréder Chile, la Municipalidad de Quillota, y Plataforma Arquitectura.