La famosa tipografía Comic Sans goza de muy mala fama. Los diseñadores dicen que está pobremente dibujada, mientras otros la critican por ser demasiado informal e infantil. De hecho, no es raro que surjan burlas hacia quienes se atrevieron alguna vez a usarla en un informe escolar o presentación laboral.

Calculando estratégicamente las consecuencias, el importante diario australiano Sydney Morning Herald decidió imprimir en su portada esta criticada tipografía, generando una ola de bromas y agudos cuestionamientos en redes sociales.

En la página en cuestión, la “odiada” letra se usó para rellenar unas viñetas con las declaraciones muy poco creíbles de dos políticos acusados de corrupción.

Según indicó el diario británico The Guardian, se trata del ex tesorero de Nueva Gales del Sur, Eric Roozendaal, quien admitió que sabía sobre la filtración de información confidencial, pero que no hizo nada para detenerla porque no pensó que fuese algo malo, mientras el ex ministro de Energía, Chris Hartcher, dijo que no estaba al tanto de las donaciones ilícitas que pasaban por su oficina.

Luego del episodio, el editor de la empresa de comunicaciones News Corp, Rob Stott, escribió en su cuenta de Twitter que el uso de esta tipografía sería visto como el principio del fin del Sydney Morning Herald.

Tras la avalancha de críticas, Matt Martel, editor ejecutivo de Fairfax Media -empresa tras el criticado diario- decidió publicar una columna donde expuso las razones que justificaban la decisión.

Martel dijo que esta tipografía no tenía lugar en el diario “con excepción de hoy” y luego explicó por qué:

“Se trataron los comentarios de Chris Hartcher y Eric Roozendaal (políticos acusados de corrupción) tipográficamente con el respeto que merecen. Y se merecían Comic Sans”, puntualizó.

Cabe destacar que este diario es uno de los más reconocidos de Australia con más de 183 años de historia. Destaca por su seriedad, credibilidad y se autodeclara independiente, pese a que en algún momento fue sindicado como conservador. Fue fundado por Alfred Stephens, Frederick Stokes y William McGarvie en 1831 como un periódico semanal y actualmente circula 6 días a la semana.