A casi un año de la rotura de matriz de la Gran Alimentadora en el sector de Santa Elena del cerro Ramaditas, aún no terminan los trabajos que efectúa la sanitaria Esval en el sector.

Puesto que tras el hecho, se detectó que la Gran Alimentadora presentaba una serie de falencias que provocó que tras la rotura de matriz, que afectó a más de 15 mil clientes, gran parte de los cerros de Valparaíso quedarán sin agua.

Fue por ello que se hizo necesario, no sólo reparar el suministro, sino que cambiar todo el primer tramo, que comprende 3 mil metros. Estos trabajos se están efectuando en 6 etapas, y se estima finalicen a fines de noviembre de este año, según dio a conocer Cristián Vergara, gerente de Clientes de Esval.

Sobre las acciones compensatorias a los clientes, el represente de Esval indicó que las causas están en tribunales, y que se encuentran a la espera de la resolución.

También está pendiente la multa aplicada por la Superintendencia de Servicios Sanitarios por los dos cortes de agua, registrados el 9 y 14 de julio, en donde se determinó el pago de mil unidades tributarias anuales al fisco. El gerente explicó que el proceso aún está en gestión, puesto que la empresa apeló.

En este sentido, el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, puso en evidencia la falta del sistema en relación a las compensaciones que son pagadas a la ciudad, que fue la que sufrió los daños y perjuicios tras el hecho.

Los dineros en relación a la multa o medidas compensatorias que están en tribunales, son partes de las arcas fiscales y no entregadas al municipio.

Aclaración de Esval:

La Empresa Sanitaria de Valparaíso aclaró que los trabajos de reparación terminaron en julio del año pasado y que lo que concluye en noviembre, es la renovación de la Gran Alimentadora, por lo que descarta retrasos en las obras.

La sanitaria explicó que el cambio del primer tramo de la Gran Alimentadora es producto -precisamente- de su renovación y no porque haya sido necesario además de repararla.