Nueve altos oficiales del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes moderados) renunciaron este sábado por la falta de medios y la mala gestión de la ayuda militar concedida por los países donantes para ayudarlos en su lucha contra el régimen.

En un mensaje a los rebeldes, los oficiales escribieron en un comunicado: “perdónennos por renunciar en el día de hoy y dejar nuestra responsabilidad en los frentes de batalla y los consejos militares”.

Las armas enviadas a Siria desde Occidente, y sobre todo desde los países del Golfo, ha sido enviada a grupos específicos, y no tanto al Consejo Militar Supremo, que se creó para coordinar los esfuerzos contra el régimen.

En este sentido, el teniente coronel Mohamad Abbud dijo a la AFP que él y los otro ocho altos oficiales han decidido renunciar porque “el Consejo Militar Supremo ya no tiene ninguna función. Los países donantes lo han esquivado por completo”.

Abbud dijo que los países donantes han entregado material militar, incluyendo misiles antitanque de fabricación norteamericana, a las facciones de su elección.

“Damos las gracias a los países donantes por su asistencia, pero ha sido muy insuficiente, y muy escasa para ganar la guerra”, dijo Abbud.

Los rebeldes que combaten al régimen de Asad han pedido con insistencia a Occidente que les dé armas sofisticadas para inclinar de su lado la balanza. Estados Unidos ha sido en todo momento reticente, por miedo a que esas armas acaben en manos de yihadistas.

El gobierno de Damasco, por su lado, cuenta con la ayuda de Irán, Rusia y el movimiento chiita libanés Hezbolá.