La Corte de Apelaciones de Santiago dictó sentencia de segunda instancia en la investigación por el secuestro calificado de Pedro Merino Molina, militante de las Juventudes Comunistas, ocurrido el 14 de septiembre de 1974, en la ciudad de Coronel, región del Bío Bío. Su último paradero conocido fue la ex Colonia Dignidad.

Los ministros de la Cuarta Sala del tribunal de alzada Juan Manuel Muñoz Pardo, Amanda Valdovinos y Christian Le-Cerf, condenaron a la pena de 5 años y un día de presidio, sin beneficios, a los ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, Manuel Contreras, Pedro Espinoza, Orlando Manzo, Fernando Gómez, al coronel en retiro de Carabineros Sergio Apablaza Rozas, y al suboficial de Carabineros en retiro Manuel Rioseco Paredes.

Además, la sala mantuvo la absolución del ex miembro de la Colonia Dignidad, Gerd Seewald Lefevre.

El tribunal de alzada modificó la sentencia del ministro en visita Jorge Zepeda Arancibia que, en junio de 2011, sólo había condenado a los miembros de la DINA Contreras Sepúlveda, Espinoza Bravo y Gómez Segovia a una pena de 5 años de presidio.

Pedro Merino Molina

Pedro Merino Molina

De acuerdo a la investigación de primera instancia, se logró establecer que Pedro Juan Merino Molina, de entonces 20 años, fue detenido por agentes de Estado durante la madrugada del 14 de septiembre de 1974 en su vivienda de calle Aconcagua, en la población Yobilo Dos de Coronel, siendo trasladado al retén de Carabineros Lo Rojas, lugar en que además operaba personal de Ejército.

Tras ello, la víctima fue conducida al cuartel de Carabineros de Parral, y desde allí, al centro clandestino de detención conocido como “Colonia Dignidad”, donde quedó registro escrito de los interrogatorios que bajo tortura le fueron hechos; el último de ellos ocurrido el 13 de octubre de 1974.

El fallo además, establece “la colaboración directa entre los jerarcas de ese centro de colonos alemanes y agentes del Estado de Chile, determinadamente, pertenecientes a la superioridad nacional y regional de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA”. Los colonos cooperaban en “la ejecución de planes de persecución, privación de libertad y eliminación de un grupo determinado de civiles, motivados los agentes en fundamentos políticos o ideológicos”.

Los agentes hicieron desaparecer a Pedro Merino Molina, sin tener noticias de su paradero hasta hoy, “mediante un plan sistemático de desaparición que contó con el empleo por parte de los hechores con una política de desinformación a nivel nacional e internacional“, indica la resolución judicial.

En el aspecto civil, el tribunal de alzada ratificó la sentencia que condenó al fisco y los condenados a pagar una indemnización por daño moral, a los familiares de la víctima. La suma total de 155 millones de pesos se divide en 50 millones para Ana Molina Palacios, madre de la víctima, y 15 millones para cada uno de los 7 hermanos de Pedro Merino.