La carencia de un estudio de inversión ha sido la gran incógnita para pronunciarse sobre el anhelo de los habitantes de Quillota y La Calera, que buscan recuperar el servicio de Metro hacia Valparaíso.

Pese al crecimiento de esas ciudades, que es reconocido por la empresa y las autoridades, aún se desconoce si la extensión del servicio a dichas estaciones es posible de realizar.

La misma apreciación tiene la diputada por el distrito de Quillota y Petorca, Andrea Molina, quien ha impulsado la iniciativa de conectividad aduciendo a que se adopte por decisión política, más que por la rentabilidad del proyecto.

El gran ausente de la reunión que sostuvo el intendente regional de Valparaíso, Ricardo Bravo, y la gerenta de Metro Valparaíso, es el estudio definitivo que aclare el costo y los impactos del proyecto de extensión del servicio hacia las ciudades de Quillota y La Calera.

La gerenta general Marisa Kausel confirmó que es fundamental la necesidad de que tanto el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones como la empresa exijan el aporte del Estado, y eventualmente, la opción de la inversión de privados.

Para conocer si los Fondos Espejos del Transantiago podrían operar para acelerar lo que sería la habilitación del servicio, el mismo intendente Ricardo Bravo indicó que de no tener sobre la mesa las cifras de cuánto costaría o cuántos carros más deberían sumarse, no se puede salir a la búsqueda de los inversionistas.

Quien ha sido una intensa defensora de la extensión del servicio del Metro Regional hasta Quillota y La Calera ha sido la diputada Andrea Molina.

Luego de participar en una reunión protocolar con el jefe del Gobierno Regional, insistió en que esto no es un tema de inversión, sino de integración de la región.

La parlamentaria cree que ya es hora de tomar decisiones políticas, más que si hay o no balances auspiciosos en la ejecución y desarrollo de la obra.

Luego de la reunión, se confirmó que Metro Regional ya ha destinado más de 200 millones de pesos para el mejoramiento de las estaciones, con nuevas techumbres en los andenes, junto con el aumento de la frecuencia de siete a tres minutos en mayo de éste año, gracias a la incorporación de ocho nuevos carros al servicio.