El proyecto de reforma tributaria marcó los encuentros que sostuvo el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, con las directivas de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC, y la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. La presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, aseguró que uno de los compromiso de Arenas fue “el programa se dialoga, pero se cumple”.

Un primer acercamiento con los representantes de los trabajadores y los empresarios tuvo este miércoles el ministro de Hacienda, Alberto Arenas.

Los primeros en llegar hasta Teatinos 120 fueron los miembros de la mesa directiva de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, quienes plantearon al secretario de Estado sus demandas más sentidas: reforma previsional, nueva institucionalidad laboral y reforma tributaria.

Sobre este último punto, Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, aseguró que la multisindical está convencida que la reforma tributaria es fundamental para Chile y su desarrollo.

En este sentido, la dirigenta valoró un compromiso que habría asumido Alberto Arenas, que “el programa de Gobierno se dialoga, pero se cumple”.

Se dialoga porque la intención del Gobierno es “escuchar a todos los actores”; se cumple porque las modificaciones al sistema impositivo son necesarias para impulsar la reforma educacional. Así lo ha señalado, previamente, Alberto Arenas

Con esa preocupación llegó al Ministerio de Hacienda a las 15:00 horas en punto el comité ejecutivo de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC.

Andrés Santa Cruz, presidente de la agrupación gremial, sostuvo que, durante este mes, harán llegar su análisis del impacto de la reforma tributaria, el que, agregó, esperan que se tome en cuenta.

El dirigente empresarial reiteró que la eliminación del Fondo de Utilidad Tributable, FUT, es el tema que más les preocupa.

Con matices, Hermann Von Mühlenbrock, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa, expresó que los empresarios no son aduladores del FUT y que, si bien, a su juicio, es un instrumento tremendamente exitoso, si hay que cambiarlo “no van a llorar”.