Con mayoría en el Congreso, Michelle Bachelet regresa este martes al sillón presidencial para los próximos cuatro años con altas expectativas en cuanto a las reformas educacionales, económicas y políticas prometidas durante su campaña.

[MINUTO A MINUTO DE LA CEREMONIA]

Ésta es la segunda vez que Bachelet, de 62 años, porta la banda presidencial luego del periodo que lideró entre 2006 y 2010. Posteriormente se radicó en Nueva York para dirigir la oficina de ONU Mujer, retornando a Chile a fines de marzo de 2013.

La ceremonia de hoy fue catalogada de histórica por algunas voces que destacaron la presencia de dos mujeres en la testera. Esto porque la senadora Isabel Allende asumió este martes la presidencia de la Cámara Alta, hecho inédito en la vida política nacional.

Junto a ello, su nueva administración marca el regreso del Partido Comunista al gabinete ministerial, con Claudia Pascual como titular del Servicio Nacional de la Mujer.

Las actividades partieron lejos de Valparaíso, en el Palacio de La Moneda, hasta donde Sebastián Piñera llegó para despedirse de los funcionarios y agradecer por la confianza que manifestó haber sentido mientras se desempeñó como jefe de Estado.

“Siento que hoy nos vamos con la cabeza en alto mirando a los chilenos a los ojos, porque cumplimos la tarea que nos propusimos”, aseguró, deseando “la mejor de las suertes” a la nueva administración.

La ausencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue uno de los temas más comentados previo a la ceremonia donde sí llegaron otros mandatarios invitados. José Mujica, Horacio Cartes de Paraguay, Rafael Correa de Ecuador, Cristina Fernández de Argentina, Dilma Rousseff de Brasil, Enrique Peña Nieto de México y Evo Morales de Bolivia ocuparon asientos entre los casi 1.000 invitados presentes en el Salón de Honor, junto con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el príncipe de Asturias Felipe Borbón, en representación de España.

Precisamente el tardío arribo de los mandatarios extranjeros marcó la ceremonia de cambio de mando. El último que entró al Salón de Honor fue el jefe de Estado mexicano, que debió ingresar por una puerta lateral.

Incluso la distribución de asientos también se configuró como una de las anécdotas de la instancia. De hecho, el senador PPD Ricardo Lagos Weber debió presenciar de pie la ceremonia de juramento.

El ahora ex presidente Sebastián Piñera abandonó inmediatamente el recinto y, rompiendo el protocolo, decidió conducir él mismo su automóvil para regresar a la Región Metropolitana.