El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, pidió una investigación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), sobre la muerte de decenas de personas el mes pasado en Kiev, asesinadas por francotiradores, argumentando que no se puede seguir “disimulando” la verdad.

Lavrov hizo estas declaraciones tras la divulgación esta semana de una conversación telefónica filtrada entre la representante de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el jefe de la diplomacia estonia, Urmas Paet, durante la cual este último evocó la posibilidad de que la oposición ucraniana al destituido presidente ucraniano Viktor Yanukovich esté implicada en estos actos.

“Las últimas informaciones sobre este caso de supuestos francotiradores no pueden seguir siendo disimuladas”, declaró Lavrov durante una conferencia de prensa.

“Hemos propuesto que la OSCE lleve a cabo una investigación sobre este caso”, añadió.

“Ha habido demasiadas mentiras, que han sido utilizadas demasiado tiempo para dirigir a la opinión pública europea por el mal camino, yendo en contra de los hechos objetivos”, agregó el jefe de la diplomacia rusa.

Los países occidentales acusaron a la policía antidisturbios del destituido presidente ucraniano Viktor Yanukovich de la mayoría de actos violentos que se saldaron con la muerte de decenas de personas en febrero en Kiev.

Durante la conversación telefónica entre Ashton y Paet, con fecha del 26 de febrero, el ministro estonio dijo a Ashton que según sus fuentes en Kiev, “eran los mismos francotiradores que dispararon contra personas de ambos bandos”.