El gobierno de Sebastián Piñera ha ofrecido más de un balance. Y lo ha hecho mostrando cifras. El Ejecutivo armó un mapa comparativo entre las cifras de los 4 años de Piñera y los 4 años del anterior gobierno de Michelle Bachelet donde en 36 mediciones aparece mucho mejor.

Mencionemos algunas: Crecimiento promedio de 5,4% en los 4 años de Piñera contra 3,3% de los cuatro años de Bachelet. Desempleo promedio de 6,9% frente al 8,1% del gobierno anterior. Lugar 13 del gobierno de Piñera en el ránking del Foro Económico Mundial sobre eficacia en el gasto público contra el lugar 40 que obtuvo el gobierno de Bachelet. Crecimiento de 12% anual de la inversión durante la actual administración contra un 5% anual de la anterior.

Cifras y cifras. Hay muchas más. El gobierno actual está embriagado con esos número. Y se equivoca si quiere reducir su legado a esas cifras, reflejo de una buena administración. Porque gobernar es más que administrar.

Con el tiempo, probablemente, se valoren otras cosas del actual gobierno. Por ejemplo el cierre del penal Cordillera o la capacidad de modificar en algo el rumbo ante las exigencias ciudadanas.