Frente a los dos casos de maltrato infantil conocidos recientemente en Osorno, que involucraron a dos lactantes de 6 y 2 meses respectivamente, se refirió la directora del Servicio Nacional de Menores en la región de Los Lagos, Claudia Velásquez, quien relató que como organismo ya están en antecedente de ambos casos y se mantienen recabando más datos para poder intervenir.

Respecto al primero de los casos -donde una mujer de 31 años resultó formalizada por el parricidio frustrado de su hijo y quien ahora permanece internada en una unidad psiquiátrica del Hospital Base de Osorno-, Velásquez explicó que al ser un caso que lleva la Justicia de Río Bueno, le corresponde al organismo de la región de Los Ríos tomarlo.

No obstante, añadió que el protocolo de acción es uno solo y tiene que ver con determinar si en el núcleo familiar de la víctima existen otros menores que puedan estar siendo vulnerados, y si además si existen adultos responsables que puedan hacerse cargo de la tenencia de los niños afectados.

A ello se suma el seguimiento sobre los estados de salud de los menores, trabajo que se realiza de manera conjunta con el Tribunal de Familia de Valdivia al ser un caso de dicha jurisdicción.

En lo que respecta al caso del lactante de 2 meses, la directora regional del Sename explicó que ya existe una denuncia ante el Tribunal de Familia que les permite a ellos a través de la Oficina de Protección de Derechos intervenir, para primero asegurar que el bebé esté bajo la custodia de un adulto responsable para luego poder aplicar programas de fomento de la maternidad y de la paternidad, más aun considerando que la madre tiene sólo 17 años y el padre 20.

Claudia Velásquez explicó que el trabajo mancomunado entre el Sename y el Sernam siempre ha existido, considerando que en uno de los casos hay una mujer que presuntamente padece de un caso severo de depresión post parto y en el otro una madre adolescente alcohólica.

Lo anterior explicó, ya que siempre en el maltrato a un menor existe la presencia femenina -ya sea como una víctima más o como victimaria-, por lo que continuamente están trazado nuevas líneas de trabajo e intervención social.

Conforme a los últimos antecedentes médicos, el lactante de 6 meses estaría evolucionando positivamente siendo acompañado en todo minuto por su padre, sin presentar hasta el minuto mayores complejidades o secuelas a causa de lo vivido. Mientras, el menor de 2 meses se encuentra estable sin lesiones registradas durante el tiempo que pasó en el sitio eriazo.