Con la presentación del estado de la Hacienda Pública, el Congreso Nacional inició la discusión del presupuesto de la nación para el año 2014, en una cita marcada por las diferencias de visión respecto de la verdadera expansión del gasto fiscal y las cifras relacionadas con el déficit estructural que dejará el actual gobierno, cercano al 1%, versus el que heredaron del anterior gobierno que estaría cifrado en un 3,9%.

En la presentación del ministro Felipe Larraín, informó que el país crecerá un 4,5% en 2014, una cifra que se proyecta a partir de las estimaciones del precio del cobre.

En esta línea el jefe de las finanzas públicas sostuvo que el presupuesto del año 2014 considera una expansión de 3,9% si se considera el gasto del gobierno central y de un 2,1% si se compara con el presupuesto del año 2013.

En relación a la polémica sobre los fondos de libre disponibilidad que la actual administración dejará al próximo Gobierno, Larraín aseguró que los 600 millones de dólares que dejarán por este concepto son superiores a los 450 millones de dólares que recibieron del gobierno de Bachelet.

En tanto, desde la oposición cuestionaron los datos presentados por el ministro de Hacienda, porque como aseguró el presidente de la Comisión Mixta de Presupuesto, Andrés Zaldívar (DC), el Gobierno envió un presupuesto con letra chica, en relación a la forma en que se midieron los datos.

En el oficialismo defendieron la austeridad del presupuesto 2014, porque a juicio del diputado de RN Joaquín Godoy, la volatilidad en el precio del cobre obliga al gobierno a actuar con seriedad y responsabilidad.

En tanto, la diputada Ximena Rincón afirmó que más que una ley de presupuesto, el gobierno envío al congreso un amarre presupuestario que impedirá el cumplimiento de una serie de compromisos de campaña, en caso de un eventual gobierno de Michelle Bachelet.

El Congreso Nacional tiene hasta el 30 de noviembre de este año como fecha límite para despachar la ley de presupuestos para el año 2014, discusión que estará atravesada por las elecciones parlamentarias y presidenciales de mediados de noviembre y el receso parlamentario que se dieron los diputados a partir de la segunda semana de octubre.